Una soltera del programa de Cuatro confiesa que ha llegado a levantarse “toda amoratada porque me ha entrado algún espíritu maligno”

Enrique y Marta en la decisión final de 'First Dates'

Después de un sinfín de capítulos emitidos del programa de citas ‘First dates’, podemos constatar la gran variedad de personas que hay en este mundo.

A pesar de que muchos encuentran su locura en alguien más a través de las citas a ciegas características del programa, muchos otros se van como habían entrado.

De todos modos, e independientemente de cuál sea el desenlace final, lo que es seguro es que el programa no deja indiferente a nadie.

Marta deja huella

En una de las últimas emisiones de ‘First dates’, ha llegado primero al restaurante Marta, de 82 años, y procedente de Mataró (Maresme, Barcelona). Ella, que ha dicho que es “un libro abierto”, se ha presentado diciendo cómo la ven sus amistades y cómo se ve ella misma: “Dicen mis amigas que soy muy divertida. Soy una persona que no piensa y dice las cosas como le salen. No miento nunca, no me gusta la falsedad”.

Además, añade: “Soy una vividora del mundo y a lo que me he dedicado no me gusta mucho hablarlo ni decirlo. Soy vidente y exorcista. A mí me han poseído muchas veces y he tenido ‘poltergeists’, de levantarme toda amoratada porque me ha entrado algún espíritu maligno”.

Respecto a esto último, la del Maresme ha explicado que le fascina: “A mí me encanta. Pasé el ‘túnel’ y vi algo precioso. Es otra dimensión, unas energías me dijeron que no era mi momento. Que una persona no crea me hace daño”.

La edad es solo un número para Enrique

El que iba a tener la cita con Marta era Enrique, de Badalona (Barcelonès) y, a sus 80 años, nos ha demostrado a todos que la edad es solo un número: “Cada día puedo hacer unos 20 o 40 km” andando y corriendo, ha asegurado.

Este hecho, que nos ha dejado a todos sorprendidos, no ha convencido a Marta, quien se ha fijado en otra cosa cuando le ha visto la peluca: “No me gustan los hombres con peluca, parecen mayores. Que se la quite”. Lo que sí que le ha gustado y ha tratado de halagarle son sus ojos azules, a lo que él ha dicho que son herencia de su madre.

A Enrique sí le ha llamado la atención Marta. Pero pese a que ella no le ha gustado el complemento que lleva en la cabeza, ha seguido teniendo palabras bonitas “A nuestra edad, para los años que nos quedan, lo que quiero es vivirlos con compañía. Tranquilos con una persona y aprovechar ese tiempo”.

De todos modos, la tensión se ha hecho notar cuando Marta ha respondido: “Si lo que tú quieres son solo relaciones, no cuentes conmigo. Busco la compañía, si tiene que venir también intimidad ya vendrá”.

La reacción de él ha sido sorprendente para la octogenaria: “He conocido a muchas mujeres. En restaurantes, los camareros me decían que había chicas que querían tomar café conmigo. Yo les decía que tenía prisa”.Un final feliz
Cuando todo parecía que iba viento en popa, ha llegado la decisión final. La señora afirmaba, tajante: “Es un caballero. He estado muy a gusto. Tu manera de expresarte me ha gustado mucho”.

Por su parte, Enrique se mostraba encantado: “Lo he pasado de maravilla, la comida ha sido perfecta y sobre todo la compañía… todo esto, cada día irá a más”, ha afirmado ilusionado él tras robarnos el corazón a todos, sobre todo, a Marta.