La sobrina de Isabel Pantoja sufría un aparatoso accidente que le ha dejado un brazo inmovilizado, con todo lo que ella conlleva, pero tras su visita al especialista, hay novedades.

Anabel Pantoja atraviesa uno de los momentos más complicados de los últimos años tras sufrir un grave accidente que le ha dejado importantes secuelas físicas y emocionales.

La colaboradora televisiva y sobrina de Isabel Pantoja ha compartido con sus seguidores en redes sociales su estado actual, después de visitar nuevamente a los especialistas que la están tratando desde que se produjo el siniestro.

El accidente ocurrió hace pocos días mientras Anabel se encontraba en Canarias, donde pasa largas temporadas desde hace varios años.

Aunque no ha querido dar detalles precisos del suceso, sí se sabe que sufrió una fuerte caída que le provocó una lesión seria en el brazo derecho. Desde entonces, lo lleva completamente inmovilizado con una férula rígida que le impide realizar sus actividades cotidianas.

“Intentaré cada día superar esto”, escribió Anabel en su cuenta de Instagram, acompañando su mensaje con una imagen en la que se la ve visiblemente afectada, con el rostro serio y el brazo inmovilizado.

La publicación rápidamente se llenó de mensajes de apoyo de sus seguidores, compañeros del medio y figuras conocidas como Belén Esteban y Amor Romeira, que le han enviado palabras de aliento.

Este 24 de julio, Anabel acudió a una nueva revisión médica en un centro traumatológico de Sevilla, ciudad en la que también reside temporalmente.

La visita era crucial para determinar el avance de su recuperación y decidir si era posible comenzar la rehabilitación. Sin embargo, el parte médico no fue del todo alentador.

Según explicó la propia Anabel en sus stories, los médicos han decidido mantener la inmovilización por al menos dos semanas más, debido a la inflamación persistente en la articulación y la lentitud en la regeneración de los tejidos afectados.

“Estoy desanimada, porque pensaba que ya me iban a quitar esto, pero hay que tener paciencia”, confesó con voz entrecortada en uno de los vídeos que ha colgado en sus redes.

En otro clip añadió: “Me está costando mucho todo, no poder mover el brazo, vestirme, ducharme… son cosas que antes hacía sin pensar y ahora todo se complica”.

La situación no solo ha afectado su rutina diaria, sino también sus compromisos profesionales. Anabel se ha visto obligada a cancelar varias grabaciones y eventos a los que estaba invitada como influencer.

Además, ha tenido que suspender algunos de sus viajes previstos para el mes de agosto, entre ellos uno a Ibiza con amigas y otro a Galicia para visitar a su primo Kiko Rivera, con quien había retomado la relación recientemente tras meses de distanciamiento familiar.

En medio de esta situación, Anabel ha recibido también el apoyo incondicional de su pareja, David Rodríguez, un fisioterapeuta canario con quien mantiene una relación desde hace más de un año.

David ha estado acompañándola constantemente y se ha convertido en su mayor pilar emocional durante este proceso. “Él es quien me da fuerzas cuando no tengo ganas de nada”, dijo Anabel, dejando claro que su relación sigue siendo sólida y estable.

La colaboradora, que ha vivido altibajos en los últimos años —como su separación de Omar Sánchez, la pérdida de su padre y los conflictos públicos dentro del clan Pantoja—, se enfrenta ahora a una nueva prueba personal.

A pesar del dolor físico y la frustración, ha asegurado que se está apoyando en la meditación, la lectura y en su comunidad de seguidores para mantener el ánimo.

No es la primera vez que Anabel comparte aspectos íntimos de su vida con el público. A lo largo de su carrera mediática ha sido muy abierta con sus emociones, desde sus momentos de felicidad hasta los más oscuros.

Esta transparencia la ha convertido en una figura muy querida por gran parte del público, que valora su sinceridad y cercanía.

Por ahora, Anabel tendrá que seguir en reposo absoluto, siguiendo las indicaciones médicas para evitar complicaciones mayores.

Sus fans esperan con ansias su pronta recuperación, mientras ella se compromete a mantenerlos informados y a no rendirse, como bien ha escrito en su última publicación: “No sé cuánto durará esto, pero saldré adelante, lo prometo”.