En sus últimos días, Jaime Garza abrió su corazón como nunca antes y decidió revelar los secretos más profundos y dolorosos que había guardado durante toda su vida.

Fue una confesión emotiva, sincera y reveladora, marcada por el peso de los años, las pérdidas y las cicatrices invisibles que lo acompañaron hasta el final.

Desde muy joven, su destino estuvo envuelto en una mezcla de luz y sombra.

A pesar de haberse consolidado como uno de los galanes más admirados de la televisión mexicana, detrás del brillo del escenario, Jaime cargaba con un dolor que lo marcaría para siempre: la muerte de Viridiana Alatriste.

Viridiana, hija de Silvia Pinal y Gustavo Alatriste, fue mucho más que una joven promesa del espectáculo.

Para Jaime, fue el amor de su vida. Su relación, aunque breve, estuvo llena de complicidad, dulzura y un cariño profundo.

No vivieron escándalos ni tensiones mediáticas, sino una conexión genuina que nació entre sets, ensayos y momentos compartidos detrás de cámaras.

Muere actor Jaime Garza a los 67 años | Univision Famosos | Univision

Sin embargo, aquella noche del 24 de octubre de 1982, todo cambió para siempre.

Viridiana, tras una reunión informal en el departamento de Jaime, le pidió que echara a todos los invitados.

Él no entendía su repentino cambio de ánimo. Ella solo dijo que quería estar sola y, al no conseguirlo, se marchó. La noche era fría y lluviosa.

Viridiana se subió a su automóvil y desapareció en la oscuridad.

Al día siguiente, Jaime recibió la noticia más devastadora de su vida: Viridiana había muerto en un accidente automovilístico.

El auto se salió del camino en una curva peligrosa y cayó a un barranco. Jaime nunca se recuperó de ese golpe. Aunque continuó trabajando, su alma quedó rota.

El actor Jaime Garza pierde la vida a los 67 años de edad

Durante décadas, se culpó por no haber hecho algo más, por no haberla detenido, por no haber visto el peligro a tiempo.

En sus palabras, ella era el gran amor de su vida, y su ausencia se volvió una presencia constante. Con el paso de los años, Jaime intentó rehacer su vida.

Tuvo otras relaciones amorosas, incluso se casó una vez, pero ninguna pudo llenar el vacío que dejó Viridiana. Su carrera continuó, aunque con altibajos.

El público lo admiraba, pero nadie imaginaba el duelo que seguía arrastrando.

En entrevistas posteriores, reveló que todos los días saludaba una fotografía de ella que guardaba en su habitación. Decía que sentía su presencia en los sueños, en los silencios, en momentos de intuición inexplicable.

Muere Jaime Garza

Jamás dejó de pensar en ella. Los problemas de salud comenzaron a acumularse. Un accidente en motocicleta en 2010 marcó el inicio de una larga serie de complicaciones médicas.

Aunque muchos creían que su amputación fue consecuencia de la diabetes, él aclaró que fue el accidente lo que inició el deterioro. Con el tiempo, su cuerpo comenzó a fallar.

La amputación de una pierna, una cirugía dolorosa en la otra, un derrame cerebral, la pérdida de movilidad y finalmente el aislamiento social.

Los productores dejaron de llamarlo, y su carrera, alguna vez brillante, se detuvo por completo.

A pesar del sufrimiento, Jaime intentó mantenerse positivo.

Jaime Garza El actor mexicano fallece a los 67 años - Los Angeles Times

En una de sus últimas entrevistas, expresó que, aunque deseaba vivir hasta el año 2040, sabía que cada quien tiene su momento.

Agradecía la vida, aunque esta le hubiese quitado tanto. En sus últimos años, fue su hermana Ana Silvia quien se convirtió en su mayor apoyo.

Amigos cercanos relataron cómo, incluso con una salud frágil, Jaime seguía sonriendo cuando alguien lo recordaba en la calle.

La gente lo detenía afuera de los teatros para pedirle una foto o decirle cuánto lo admiraban. En esos momentos, parecía volver a brillar. El 14 de mayo de 2021, Jaime Garza falleció en su hogar, de manera tranquila.

Su partida no fue un escándalo ni una tragedia mediática. Fue el cierre silencioso de una vida profundamente humana, llena de luces y sombras, de talento y fragilidad.

No dejó hijos ni volvió a casarse, pero dejó una huella indeleble en la memoria de quienes lo conocieron y lo admiraron.

Sus confesiones finales revelaron a un hombre sensible, marcado por la pérdida, el amor y una lucha constante por encontrar paz.

Y aunque el telón cayó, la historia de Jaime Garza seguirá viva en el corazón de quienes lo vieron amar, sufrir y resistir.