Cecilia fue una de esas artistas cuya luz brilló intensamente, aunque por un tiempo demasiado breve.

Su legado sigue vivo a pesar de su trágica partida, y su música continúa emocionando a quienes la descubren.

Nacida como Evangelina Sobredo Galanes en Madrid el 11 de octubre de 1948, creció en un entorno marcado por la diplomacia debido al trabajo de su padre.

Esto la llevó a vivir en diversos países como Costa Rica, China, Inglaterra y Jordania, lo que sin duda influyó en su perspectiva del mundo y en su estilo artístico.

Desde temprana edad, la música formó parte de su vida.

A los 14 años, comenzó a escribir sus propias canciones y, aunque en un principio decidió estudiar derecho, pronto abandonó los estudios para dedicarse por completo a la música.

Sus primeras incursiones en la industria fueron en inglés con el grupo Expresión, aunque la banda tuvo una corta duración.

En 1971, decidió lanzarse como solista y adoptó el nombre artístico de Cecilia, inspirado en la famosa canción de Simon & Garfunkel.

Desde su primer álbum en 1972, destacó por su originalidad y letras complejas, muy alejadas de los típicos temas románticos de la época.

Su canción “Dama, dama” fue una aguda crítica al puritanismo y al comportamiento hipócrita de ciertos sectores de la sociedad.

Otro de sus temas más icónicos, “Mi querida España”, tuvo problemas con la censura franquista por abordar la dualidad entre la España real y la imagen que el régimen quería proyectar al mundo.

Aunque se vio obligada a modificar parte de la letra para su publicación, en sus presentaciones en vivo la interpretaba con su versión original.

En 1975, fue elegida para representar a España en el Festival de la OTI con la canción “Amor de medianoche”, compuesta por Juan Carlos Calderón.

Aunque no estaba entusiasmada con la idea de participar, terminó aceptando y obtuvo el segundo lugar en la competencia.

Ese mismo año lanzó el mayor éxito de su carrera, “Un ramito de violetas”, una canción con un giro inesperado en su desenlace.

Con el tiempo, esta canción se convirtió en un clásico de la música en español y ha sido versionada por múltiples artistas como Manzanita, Salos Reyes y Gianfranco Pagliaro, entre otros.

A pesar de su corta trayectoria, Cecilia dejó una marca imborrable con solo tres álbumes de estudio y numerosas composiciones para otros artistas reconocidos, como Julio Iglesias, Miguel Bosé y Massiel.

Una de sus composiciones más famosas, “Desde que tú te has ido”, fue interpretada por Iglesias y el grupo Mocedades, consolidando aún más su talento como letrista.

El 2 de agosto de 1976, cuando su carrera estaba en su punto más alto, un trágico accidente truncó su vida.

Regresaba de un concierto en Vigo cuando el vehículo en el que viajaba chocó contra la parte trasera de un carro tirado por bueyes que circulaba sin luces en un tramo sin alumbrado público.

Cecilia dormía en el asiento trasero y falleció instantáneamente, sin llegar a ser consciente del impacto.

Junto a ella, perdió la vida uno de sus músicos, mientras que otros dos sobrevivieron con heridas graves.

Su repentina muerte conmocionó a toda España y dejó un vacío imposible de llenar.

Su novio en aquel entonces, Luis Gómez Escolar, quedó devastado por la pérdida y canalizó su dolor en la composición de la canción “Amiga”.

Él regaló esta canción a Miguel Bosé, gran amigo de Cecilia.

La canción se convirtió en un himno y en un homenaje permanente a la artista.

Aunque su vida terminó demasiado pronto, su legado sigue vivo en cada una de sus letras, en su inconfundible voz y en el recuerdo de quienes siguen encontrando en su música una forma de conexión con la sensibilidad y la inteligencia de una de las grandes cantautoras de habla hispana.