Iker Jiménez rompe el silencio y señala a La Sexta para silenciar las voces incómodas

Iker Jiménez, conocido periodista y presentador del programa “Horizonte”, ha vuelto a estar en el centro de la polémica tras difundir información errónea durante la cobertura de la DANA que afectó a Valencia.

Durante una emisión en directo, Jiménez afirmó que había numerosos cadáveres en el aparcamiento del centro comercial Bonaire, una información que posteriormente fue desmentida por las autoridades y diversos medios de comunicación.

Esta afirmación desató una tormenta mediática, especialmente tras revelarse que Rubén Gisbert, reportero del programa, había manipulado su apariencia para exagerar la situación, cubriéndose con barro antes de aparecer frente a las cámaras.

La reacción del público no se hizo esperar: la indignación fue inmediata, lo que llevó a Iker Jiménez a romper su silencio en redes sociales y en su programa, donde reconoció el error cometido.

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El periodista pidió disculpas públicamente y admitió que había sido “poco responsable” al confiar en fuentes no verificadas, comprometiéndose a desconfiar más incluso de quienes se presentan como testigos oculares.

Sin embargo, su discurso no se detuvo ahí.

Jiménez lanzó duras críticas contra otros medios de comunicación, señalando específicamente a La Sexta por, según él, propagar también bulos durante la cobertura de la emergencia en Valencia.

Afirmó que, mientras él pedía disculpas y asumía las consecuencias, otros medios no habían hecho ningún ejercicio de autocrítica a pesar de haber cometido errores similares o incluso peores.

Además, insinuó que existe una campaña orquestada desde ciertos sectores del poder mediático y político para silenciar su voz y la de otros comunicadores que se atreven a cuestionar la versión oficial de los hechos.

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En ese contexto, vinculó la cancelación del programa “Teóricos de la conspiración” con presiones externas y la creciente intolerancia hacia los discursos alternativos o incómodos.

Según sus palabras, “hay quien quiere un país de voces obedientes”, una declaración que muchos interpretaron como una crítica directa a los grupos mediáticos más influyentes como Atresmedia y Prisa.

Jiménez también denunció que algunos periodistas se han convertido en “instrumentos del poder” y que la libertad de expresión está siendo amenazada no sólo desde las instituciones, sino también desde el interior del propio ecosistema mediático.

Pese a la controversia, el episodio de “Horizonte” que abordó este escándalo alcanzó su mayor pico de audiencia histórica, lo que evidencia que, lejos de perder el interés del público, estos temas siguen despertando una atención masiva.

Dos hombres en un collage con gráficos de barras y logotipos de programas de televisión.

La polémica ha abierto un intenso debate en España sobre los límites de la información, el papel de los medios de comunicación, y la responsabilidad de quienes construyen los relatos públicos en tiempos de crisis.

Mientras tanto, Iker Jiménez se mantiene firme en su posición, defendiendo su derecho a cuestionar, a equivocarse y a rectificar, al tiempo que advierte que “la caza de brujas mediática” solo fortalecerá su compromiso con lo que él llama “la búsqueda de la verdad”.