😂 Broncano SE BURLA de El Hormiguero con Su Premio en la CARA de Todos y Nadie Lo Vio Venir

Cuando David Broncano subió al escenario para recibir el premio Iris a mejor presentador de programas de entretenimiento, nadie imaginaba que su discurso se convertiría en el momento más comentado del evento.

Con una sonrisa en la cara y ante el aplauso del público, soltó una frase que dejó a medio auditorio congelado: “Quiero agradecer el premio al Hormiguero… y no, no es irónico”.

La risa nerviosa fue inmediata, pero lo que siguió fue una auténtica lección sobre cómo responder con elegancia y contundencia a meses de ataques, campañas de desprestigio y censura velada.

Broncano no se anduvo con rodeos.

Explicó que, aunque siempre ha hecho bromas sobre el Hormiguero, su competencia directa en el prime time, lo cierto es que ese mismo programa fue el que lo obligó a superarse.

En sus palabras, “tener un rival tan potente te hace mejorar”.

Pero no se quedó ahí.

Explicó cómo el hecho de enfrentarse a un titán mediático como Pablo Motos y su equipo lo motivó a llevar La Resistencia a otro nivel y, posteriormente, transformar La Revuelta en un éxito rotundo en Televisión Española.

Sin embargo, la historia detrás de esa dedicatoria va mucho más allá del humor.

Durante meses, Broncano fue blanco de ataques por parte de sectores políticos conservadores que intentaron vetar su llegada a la televisión pública.

Según revelaciones de InfoLibre, el Partido Popular habría condicionado su apoyo a la renovación del consejo de RTVE a cambio de “rodar las cabezas” de Silvia Intxaurrondo, Xavier Fortes y el propio David Broncano.

Lo veían como un símbolo del “peligro comunista” en la TV pública, sin importar que sus programas fueran de entretenimiento.

Este nivel de censura encubierta quedó en evidencia cuando Vox, desde el mismísimo Congreso de los Diputados, mostró fotografías de Broncano y Silvia como ejemplos de lo que había que erradicar.

Irónicamente, meses después, ambos arrasaban en los Premios Iris: Silvia como mejor presentadora de actualidad y Broncano con cuatro galardones, entre ellos mejor dirección, guion y programa de entretenimiento para La Revuelta.

La dedicatoria de Broncano se convirtió, sin querer o queriéndolo, en una bofetada para quienes lo atacaron.

Porque no solo fue un gesto de altura hacia su competencia, sino también una respuesta irónica a quienes trataron de hundirlo antes incluso de que su nuevo programa saliera al aire.

Mientras algunos medios y figuras políticas insistían en catalogar su espacio como un “panfleto gubernamental” o “programa comunista del demonio”, la audiencia decía lo contrario: La Revuelta se convirtió en líder de su franja, superando incluso las campanadas

de Antena 3 con Pedroche y Chicote.

Broncano también agradeció a la audiencia que no se dejó manipular por la etiqueta política que quisieron imponerle.

Reconoció que al principio sintió miedo, que el proyecto pudo descarrilar, pero fue el cariño del público lo que sostuvo el programa.

“Nos habían puesto un cartel durísimo.

Si no hubiese sido por la potencia del apoyo de la gente, no estaríamos donde estamos”, afirmó.

Mientras tanto, Pablo Motos —referido sutilmente durante el discurso— parece no haber encajado bien el éxito ajeno.

Según se comenta en los pasillos de Atresmedia, su malestar por la irrupción de Broncano en el prime time se tradujo en movimientos para evitar que invitados acudieran a La Revuelta.

Sin embargo, los intentos de sabotaje solo alimentaron la narrativa de persecución y convirtieron a Broncano en una figura aún más seguida.

Pero este episodio no solo habla de televisión.

Expone las grietas de un sistema donde algunos políticos y medios buscan controlar la narrativa pública y eliminar cualquier voz que no se alinee con sus intereses.

Intentaron tumbar a Broncano, igual que intentaron silenciar a Silvia Intxaurrondo por hacer preguntas incómodas.

Lo que no esperaban era que ambos fueran respaldados por la propia industria y, sobre todo, por el público.

Al final, el discurso de Broncano fue mucho más que una dedicatoria graciosa.

Fue un acto de reivindicación.

Porque mientras algunos se empeñan en señalar con el dedo a quienes piensan diferente, la televisión —y la vida— sigue demostrando que la calidad, el talento y la honestidad encuentran siempre su lugar.

Y en esta batalla mediática, no ganó el que más grita, sino el que más conecta.

Así que sí: Broncano le agradeció al Hormiguero.

Pero lo hizo desde la cima, con premios en la mano, reconocimiento del gremio y el apoyo de millones.

Y eso, sin duda, dolió más que cualquier chiste.