La Dra. Alba Sánchez relata con detalle su experiencia como comandante de una misión lunar análoga en la que pasó 14 días sin ver la luz del Sol, enfrentándose al aislamiento, la disciplina extrema y los retos científicos que preparan a la humanidad para futuras expediciones espaciales.

 

Alba Sánchez, doctora en ciencias biomédicas y comandante de una misión  lunar análoga: "No vemos la luz del Sol en 14 días. Pero la estación tiene  luces LED que imitan el momento

 

La Dra. Alba Sánchez, astrobióloga española y una de las voces emergentes en el ámbito de la investigación espacial, se ha convertido en protagonista de una experiencia única al liderar como comandante una misión lunar análoga.

Estas misiones, cada vez más relevantes en la preparación de futuras expediciones a la Luna y Marte, consisten en recrear en la Tierra las condiciones extremas que los astronautas enfrentarán fuera de nuestro planeta.

Alba, con formación en biología y un largo recorrido en programas internacionales de investigación, ha relatado en primera persona lo que supone estar 14 días sin ver la luz del Sol, aislada junto a su equipo, trabajando bajo un estricto protocolo que imita el día a día de una misión real.

El proyecto se desarrolla en una instalación subterránea en la que no entra la luz natural.

Durante dos semanas, los participantes deben organizar turnos de trabajo, de descanso y de experimentación, enfrentándose al desgaste psicológico y físico que implica vivir en un entorno cerrado.

Alba Sánchez lo explicó con palabras que reflejan la dureza del reto: “No vemos la luz del Sol en 14 días, ni tenemos contacto directo con el exterior.

Esto no solo pone a prueba nuestro cuerpo, sino también nuestra mente, y es ahí donde radica la verdadera importancia de este tipo de experiencias”.

 

Alba Sánchez, doctora en ciencias biomédicas y comandante de una misión  lunar análoga: "No vemos la luz del Sol en 14 días. Pero la estación tiene  luces LED que imitan el momento

 

La misión análoga incluye la realización de experimentos científicos en condiciones similares a las que podrían darse en la superficie lunar.

Entre ellos, destacan estudios de resistencia de materiales, simulación de cultivos en entornos con recursos limitados y entrenamientos de comunicación con retraso, tal como ocurriría en la interacción real entre astronautas en la Luna y los equipos en la Tierra.

Alba añade que “cada minuto está planificado, no hay espacio para la improvisación, y eso hace que la disciplina sea fundamental. Como comandante debo asegurarme de que todos sigan el protocolo y de que el ambiente dentro del equipo se mantenga equilibrado”.

Uno de los aspectos más impactantes de su testimonio es la manera en que el aislamiento afecta a la percepción del tiempo. Según cuenta, los días parecen alargarse, y la falta de referencia solar crea una confusión en los ritmos biológicos.

Para contrarrestarlo, se emplea iluminación artificial que simula ciclos de día y noche, pero aun así el cuerpo humano reacciona con cansancio, insomnio y, en ocasiones, irritabilidad.

Alba reconoce que la convivencia en un entorno tan reducido puede generar tensiones: “Hay momentos en los que las emociones afloran y es ahí cuando el liderazgo es crucial.

Saber escuchar, mediar y mantener la calma se vuelve tan importante como realizar un experimento con éxito”.

 

Alba Sánchez, doctora en ciencias biomédicas y comandante de una misión  lunar análoga: "No vemos la luz del Sol en 14 días. Pero la estación tiene  luces LED que imitan el momento

 

Además del desafío personal y científico, la misión en la que participa Alba Sánchez forma parte de un entramado internacional de proyectos que buscan allanar el camino a los próximos pasos de la humanidad en el espacio.

La Agencia Espacial Europea y otras instituciones colaboran estrechamente con estos programas, considerando que la Luna se convertirá en la base de lanzamiento para futuras misiones a Marte.

La propia Alba lo resume con entusiasmo: “Lo que hacemos aquí es una inversión en el futuro. Nos enfrentamos a nuestras limitaciones para aprender a superarlas y demostrar que estamos preparados para dar el siguiente salto”.

En paralelo, su experiencia tiene un fuerte componente de divulgación científica. Alba es consciente de que este tipo de proyectos despiertan fascinación en la sociedad y, sobre todo, en las generaciones jóvenes que sueñan con ser parte de la exploración espacial.

Durante su estancia en la misión análoga ha grabado mensajes dirigidos a estudiantes, compartiendo reflexiones sobre la importancia del trabajo en equipo, la constancia y la resiliencia.

En uno de esos mensajes dijo: “La ciencia no es solo números y fórmulas, también es pasión, esfuerzo y sueños. Si queremos llegar a otros mundos, tenemos que empezar por creer en lo que somos capaces de hacer en la Tierra”.

 

Alba Sánchez, doctora en ciencias biomédicas y comandante de una misión  lunar análoga: "No vemos la luz del Sol en 14 días. Pero la estación tiene  luces LED que imitan el momento

 

El simbolismo de no ver la luz del Sol durante dos semanas adquiere un peso metafórico que Alba no duda en subrayar: para ella representa los sacrificios que conlleva la ciencia y, al mismo tiempo, la esperanza de encender nuevas luces en el horizonte de la humanidad.

Tras finalizar la misión, su regreso a la vida cotidiana fue un contraste abrumador.

Describió como un momento emocionante el simple hecho de volver a ver un amanecer. “Es algo que damos por sentado, pero después de pasar tanto tiempo en la oscuridad, contemplar de nuevo el Sol es una experiencia profundamente transformadora”, confesó.

El trabajo de Alba Sánchez como comandante de esta misión análoga no solo refuerza la presencia de mujeres en puestos de liderazgo en la exploración espacial, sino que además demuestra que España cuenta con talento de primer nivel en la investigación internacional.

Su trayectoria, marcada por años de preparación y compromiso con la astrobiología, la ha posicionado como un referente en un campo que cada día cobra más relevancia.

Y mientras las agencias espaciales del mundo planifican sus próximas metas, historias como la suya nos recuerdan que el camino hacia la Luna y más allá empieza con pequeños pasos dados aquí, en la Tierra, en lugares ocultos bajo tierra donde se sueña con conquistar el espacio.

 

Alba Sánchez, la científica granadina que vivirá durante dos semanas como  si fuera en Marte