Luisa acudió al restaurante ilusionada por encontrar el amor. Pero para su decepción, se encontró con Med, un soltero engreído que le hizo pasar la peor cita de su vida.

Med y Luisa en 'First Dates'

A falta de nuevas entregas, ‘First Dates’ continúa con su andadura en Telecinco recordando algunos de los programas más comentados de los últimos meses.

Aunque hay que remontarse un poco más atrás, hasta enero de 2023, para revivir la que el propio formato califica de «la cita más tensa de la historia». Una velada que cada cierto tiempo vuelve a viralizarse en redes sociales.

Luisa (26) médica colombiana residente en Fuerteventura, se presentó en el restaurante con un prototipo de chico muy claro: políglota, viajero y« alto, que se cuide y que coma bien».

Carlos Sobera le propuso una cena con Med (27), agente de ventas marroquí afincado entre Gran Canaria y Fuerteventura que en su carta de presentación en el ‘dating show’ aseguró que ninguna mujer lo ha llamado feo.

«Me tachan de chulo y de todo lo que quieras. Menos bonito, de todo. Como estoy acostumbrado, dejo a la persona hasta que me conozca y se coma sus palabras», señaló ante las cámaras.

Al momento conocía a Luisa y sus palabras dejaron entrever que la cita no transcurría nada bien. «Yo soy una persona exclusiva, me gusta la exclusividad. En el momento en el que he entrado no he visto exclusividad», presumía el soltero. Ella, aunque reconoció que no era su tipo, sí que reconoció que era atractivo.

Cuando el equipo acudió a la mesa a apuntar la comanda, resultó que el soltero ya había encargado sus platos.

«Lo mío ya lo tienen preparado. Ya lo saben… Postre no quiero. Si tienes fruta, sí. Si no, nada». Su justificación es que llevaba muchos años en el mundo del fitness y cuidaba mucho su alimentación.

Por cortesía, Luisa se interesó por si iba al gimnasio, pero él la aburría con una clase magistral solo por presumir de conocimientos delante de su acompañante.

«Hay tres tipos de fases: ganancia muscular, mantenimiento, ¿y qué más?», inquirió. Con suficiencia, corrigió la respuesta de la doctora, «pérdida». «Se llama tonificación, definición muscular. No es lo mismo».

La actitud de Med, de mal en peor

Otro momento de la cita

La comensal aguantó estoicamente, pero en los totales manifestó su hartazgo. «Yo sentía como que estaba pasando un examen. ¡Pero chico! Yo soy mucho de reírme y dejarme llevar… Creo que tonta no soy. Puedo mantener una conversación seria cuando es el momento correcto».

La soltera tenía claro que no quería repetir por nada del mundo, sin embargo, intentó ser agradable y mantener una conversación por lo menos cordial hablando de lo primero que se le ocurrió: la cena. «El pescado puedes comerlo todos los días, ¿entiendes? El marisco no. Ya que has estudiado medicina, más o menos puedes saber cómo va ese tema», cuestionó con arrogancia. También la puso en entredicho interrogándola sobre el agua de la que está compuesto el cuerpo humano. «Depende de cada cuerpo», costó la dominicana.

«Está bien tener una autoestima alta, pero hay una diferencia entre eso y ser engreído», aseveró la médica.

Manteniendo el mismo complejo de superioridad, Med le presumió de que su nombre era árabe y que había nacido «en mi país».

Luisa no entendía por qué no le había comentado que era de Marruecos, a lo que él apuntó que no era un loro y que solo hablaba si le preguntaban.

Aunque ya puestos, mencionó que hablaba siete idiomas de forma fluida y al saber que su pretendienta sabía inglés y alemán, también la puso a prueba.

Para colmo, la acusaba de ser muy lenta comiendo, alegando que tenía prisa. No es de extrañar que entre bambalinas se refiriera a ella como «la peor cita de mi vida».

En la decisión final, Luisa conservó el temple y logró rechazarlo con educación. «Yo creo que no congeniamos, compatibilidad cero. Creo que es una persona a la que le gusta tener mucho el control. Yo soy un poquito más pájaro libre».

Él, en su línea, hacía hincapié en que «no es mi prototipo de chica, Le podría brindar, como mucho, mi amistad». «Yo no quiero ni amistad», sentenciaba la soltera.