La hemeroteca no perdona.

 

Pilar Alegría – Wikipedia

 

Y esta vez, Pilar Alegría ha sido su nueva víctima.

 

Un vídeo viral ha comenzado a circular por redes sociales dejando en evidencia a la ministra de Educación.

 

Las imágenes desmontan su discurso de victimismo y revelan una contradicción que ha escandalizado a medio país.

 

Pilar Alegría reconoció públicamente haber pasado la noche en el mismo parador de Teruel donde también se alojaban José Luis Ábalos y

varias chicas de compañía.

 

Una confesión que llegó tarde y solo después de que la noticia comenzara a viralizarse.

 

Pilar Alegría se rompe al hablar de los insultos machistas y critica las  "gracietas" del PP: "Nunca había visto tal magnitud de vejaciones"

 

Pero lo que realmente ha encendido las redes ha sido su reacción posterior.

 

Lejos de asumir responsabilidades, Alegría se presentó como víctima de un ataque machista.

 

En su perfil de redes sociales, denunció haber recibido insultos misóginos y amenazas sexuales.

 

Afirmó que durante 48 horas estuvo recibiendo mensajes que la denigraban, tratándola de forma humillante y grosera.

 

Un ataque repugnante, según sus propias palabras.

 

Sin embargo, no tardó en salir a la luz un dato que ha puesto su discurso en entredicho.

 

La hemeroteca rescató un episodio pasado que muestra a la misma Pilar Alegría actuando de forma muy distinta ante un caso de machismo.

 

Cuando su compañero de gabinete, el ministro de Transportes Óscar Puente, atacó a Isabel Díaz Ayuso con un comentario considerado

machista, Alegría no solo no lo condenó, sino que sonrió y cambió de tema.

 

El tuit de Puente decía: “Execrable es lo del testaferro con derecho a roce. Isabel dimite”.

 

Ante esto, la reacción de Alegría fue evasiva.

 

No criticó a su compañero, ni se solidarizó con Díaz Ayuso.

 

En Reino Unido describen a Ayuso en cinco palabras que son para verlas:  levantarán ampollas

 

Simplemente declaró que lo importante eran “las explicaciones, la transparencia y la verdad”.

 

Una respuesta que ahora muchos califican de hipócrita.

 

Las redes no tardaron en señalar la doble moral de la ministra.

 

Muchos usuarios han denunciado que solo se defiende del machismo cuando le conviene políticamente.

 

Otros sostienen que está utilizando el discurso feminista como escudo para no enfrentar las críticas legítimas.

 

Lo más sorprendente del caso ha sido la reacción en cadena del Gobierno.

 

Al día siguiente, figuras clave del Ejecutivo y de la izquierda salieron en su defensa.

 

José Luis Ábalos, implicado también en la polémica, fue uno de los primeros en mostrar apoyo.

 

Todos condenaron de manera conjunta los ataques hacia Pilar Alegría.

 

Pilar Alegría coge un AVE y atención a quién se encuentra: lleva miles de  'me gusta'

 

Un movimiento estratégico, según algunos analistas, para desviar la atención del verdadero escándalo.

 

¿Estamos ante una campaña de victimismo calculada?

 

¿O realmente Alegría ha sido objeto de un linchamiento intolerable?

 

Lo cierto es que el vídeo viral, más allá del morbo, ha abierto un debate profundo.

 

La incoherencia política y el uso interesado del feminismo están en el centro de la polémica.

 

Muchos españoles sienten que hay una doble vara de medir.

 

Cuando el machismo viene de la oposición, se condena sin tregua.

 

Alegría responde a las palabras de Ayuso sobre la paridad: "Una presidenta  que miente a las mujeres"

 

Pero si el ataque proviene de un aliado político, el silencio se vuelve cómplice.

 

El caso de Pilar Alegría ha puesto sobre la mesa una cuestión clave:

 

¿Se puede exigir respeto mientras se ignora el sufrimiento de otras mujeres?

 

¿Tiene la ministra autoridad moral para denunciar el machismo cuando antes lo toleró con una sonrisa?

 

La sociedad exige coherencia, y este caso ha dejado muchas preguntas sin respuesta.

 

El vídeo ha sido compartido miles de veces, generando un auténtico terremoto mediático.

 

Y cada vez más ciudadanos piden explicaciones claras.

 

Mientras tanto, la imagen de Pilar Alegría ha quedado fuertemente dañada.

 

Sus palabras ya no convencen como antes.

 

 

Y su silencio pasado pesa más que sus denuncias presentes.

 

El debate continúa y la polémica promete seguir dando que hablar.

 

Porque cuando la hemeroteca habla, la verdad siempre termina saliendo a la luz.