🎭“Antena 3 Manipula y Manu Tenorio Miente: El Caso Que Desenmascara al Show Inmobiliario de la Tele”📺⚖️🔥

Manu Tenorio, el exconcursante de Operación Triunfo, apareció en Antena 3 con rostro compungido, voz temblorosa y una historia que parecía sacada de una telenovela.

Según él, unos “inquilokupas” —término inventado que nadie en el ámbito jurídico reconoce— llevaban más de un año en su casa sin pagarle el alquiler.

El problema: ni una sola vez se dio la versión de esos inquilinos.

Ni una llamada.

Ni una defensa.

Solo su palabra, amplificada sin filtro por uno de los canales más importantes del país.

Pero la verdad, como siempre, estaba escondida entre líneas.

Y no tardó en salir.

El propio Tenorio, entre tanto dramatismo, dejó caer que no existía contrato de alquiler con los supuestos okupas.

Un detalle que, en lugar de generar indignación, fue editado, corregido y disimulado.

¿Cómo puede denunciar una ocupación alguien que ni siquiera formalizó legalmente ese arrendamiento? Peor aún: ¿cómo puede presentarse como víctima alguien que, según fuentes públicas, tiene una deuda

importante con Hacienda, y por ello el Estado le exige a los inquilinos que paguen directamente al fisco en vez de a él?

Esto no es un caso de ocupación.

Es un caso de morosidad fiscal, de negligencia administrativa y, sobre todo, de manipulación mediática en estado puro.

Porque si alguien debe dinero a Hacienda, no puede ir llorando a televisión pidiendo que le devuelvan su casa mientras oculta que el problema real es que el Estado ya la tiene embargada fiscalmente.

Pero Antena 3 no dijo nada.

No investigó.

No contrastó.

Se limitó a colocar una cámara y darle un micrófono a alguien que encajaba perfectamente en el relato que buscan imponer cada día: el del pequeño propietario acosado por hordas de “okupas” descontrolados.

Y la estrategia es clara: cuando el protagonista es famoso, cuando hay lágrimas y cuando el relato encaja con el miedo colectivo, no hace falta probar nada.

Y mucho menos permitir que los señalados —en este caso, los inquilinos— se defiendan.

Total, ¿quién los conoce? ¿Quién les va a creer?

Este tipo de montaje mediático no es nuevo, pero en este caso ha rozado el esperpento.

Tenorio apeló al esfuerzo de su madre, a sus años de carrera, a sus micrófonos y guitarras…pero no dijo que alquilaba en negro.

No dijo que tenía un problema fiscal con la Agencia Tributaria.

Y desde luego, no dijo que Hacienda era ahora la legítima receptora de esos alquileres.

Porque eso habría desmontado su cuento en menos de un minuto.

Y aún así, Antena 3 lo trató como un héroe.

Como una víctima de un sistema injusto.

Mientras tanto, 71 personas son desahuciadas cada día en España, muchas de ellas sin altavoz, sin foco y sin micrófono.

Pero eso no interesa.

Lo que interesa es el miedo.

Porque mientras tú temes que te ocupen la casa, los ricos venden las suyas a 670.

000 euros como si nada.

Como este otro individuo que aparece en los mismos programas que lloran por Cuba y Venezuela.

Denuncia las medidas de vivienda como “comunistas” y luego vende áticos de lujo en el centro de Madrid a precios de escándalo.

La hipocresía es de tal calibre que resulta grotesca, pero en televisión no hay tiempo para la vergüenza cuando se trata de proteger intereses económicos.

Y detrás de todo, Ana Rosa Quintana y su ejército de especuladores.

44 pisos turísticos tiene la presentadora.

44 oportunidades de seguir engordando su imperio mientras culpa a los pobres de sus desgracias.

Es ella quien marca la línea editorial que siguen luego otros como Susanna Griso, Vicente Vallés o Risto Mejide.

Ninguno de ellos se atreverá a hablar del verdadero problema: que en España hay 3,8 millones de viviendas vacías y apenas un 2,5% de vivienda pública, frente a la media europea del 9,3%.

Y cuando se intenta señalar ese sistema podrido, cuando se habla de la necesidad de invertir en vivienda pública, limitar los alquileres y proteger a los inquilinos, se recurre al comodín de siempre: “Venezuela”.

Como si pedir un techo digno fuera populismo, como si construir viviendas fuera comunismo, como si defender a quienes no pueden pagar un alquiler fuera delito.

Por eso, cuando escuches hablar de “ocupación” en televisión, pregúntate quién está ganando con ese relato.

Pregúntate por qué nunca entrevistan a las familias desahuciadas.

Pregúntate por qué se repite tanto el miedo a los okupas pero nunca se menciona a los bancos, los fondos buitre o los lobbies inmobiliarios que sí controlan tu futuro.

Manu Tenorio no es una víctima.

Es un síntoma.

Un síntoma de un sistema mediático corrupto, clasista y profundamente injusto, que ha decidido que el negocio está en el miedo.

Y ese miedo, si no lo combatimos con verdad, acabará robándonos mucho más que una vivienda: nos robará la dignidad, el pensamiento crítico y la posibilidad de construir un país justo para todos.

Así que la próxima vez que veas a un famoso llorar por una casa que no puede recuperar, recuerda: pregunta antes de llorar con él.

Porque a veces, la verdadera tragedia es la que no sale por televisión.