🤯 “Doctora Honoris Causa en puñaladas”: El Gran Wyoming deja en evidencia a Ayuso por sus ataques al sistema educativo

La guerra abierta entre Isabel Díaz Ayuso y el sistema universitario público español ha encontrado un nuevo escenario: el plató de ‘El Intermedio’.

El Gran Wyoming, siempre afilado y dispuesto a disparar sin filtro, desmontó palabra por palabra el reciente discurso de la presidenta de la Comunidad de Madrid, quien acusó al Gobierno de querer politizar las

universidades a través de su nuevo decreto de educación.

Según Ayuso, lo que se busca es impedir que la excelencia florezca de forma libre, sin ataduras ideológicas.

Para ella, lo que molesta a la izquierda es que algo funcione por sí solo, sin su control, y que lo haga bien.

Pero Wyoming no tardó en reaccionar.

“Entonces, ¿la política es sinónimo de mediocridad?”, se preguntó con ironía, poniendo en duda las propias palabras de Ayuso.

Porque si alguien lleva años utilizando la política para gestionar recursos públicos —con más polémica que resultados—, esa es precisamente ella.

El presentador se mostró implacable, señalando que, si el problema de Ayuso es la politización, quizás debería empezar por su propio entorno, donde las decisiones parecen responder más a titulares incendiarios

que a políticas con impacto real.

Y la cosa no quedó ahí.

Wyoming recordó que, hace apenas unos meses, la presidenta rechazó 169 millones de euros destinados a mejorar la universidad pública madrileña.

Solo tras la presión de los rectores aceptó el dinero.

¿La razón? No es solo ideológica, sino profundamente simbólica: para Ayuso, la universidad pública es poco menos que un nido de rojos.

Así lo afirmó sin titubeos, asegurando que está “colonizada por la ultraizquierda” y que algunos profesores “declaran abiertamente su militancia política desde el primer día de clase”.

Para la líder popular, esto es sinónimo de pensamiento único, algo que, según ella, hay que combatir.

Con su humor característico, Wyoming se burló de esa obsesión con el “pensamiento rojo” que parece consumir a la presidenta.

“Han sustituido el derecho romano por el derecho soviético”, ironizó.

Y, por si fuera poco, remató con una sátira sobre las carreras universitarias: “ADE ya no es administración y dirección de empresas, es ADD: Adelante camaradas a las barricadas”.

Pero quizás el momento más brutal del monólogo llegó cuando recordó que, a pesar de todo su desprecio por la universidad pública, la mismísima Complutense de Madrid —sí, la que según ella está colonizada por

la izquierda radical— la nombró alumna ilustre.

Un gesto que, lejos de agradecer, pareció molestarle más que cualquier manifestación estudiantil.

Wyoming bromeó sobre cómo Ayuso, al escuchar “el decano viene a darte el título”, esperaba a Nacho Cano y no a un señor vestido como Harry Potter, lo que desató carcajadas pero también reflexión entre la

audiencia.

El trasfondo de toda esta polémica no es menor.

Madrid es la comunidad con más universidades privadas que públicas, y la que menos invierte por alumno en centros públicos.

Aun así, Ayuso insiste en señalar a la universidad pública como un foco de adoctrinamiento y fracaso.

Lo hace mientras lanza ataques a Pedro Sánchez y, de rebote, a su esposa, insinuando que su único vínculo con lo público es el negocio.

“Es muy feo renegar de la educación que te han dado tus padres”, soltó Ayuso, en lo que muchos consideraron una puñalada por la espalda al presidente del Gobierno.

Wyoming no dejó pasar el comentario: “Uy lo que le ha dicho… ¿Eso cuenta como doble titulación?”.

La pulla no solo fue mordaz, sino que apuntó directamente al estilo bronco y cada vez más populista de Ayuso.

En definitiva, lo que parecía un debate técnico sobre un decreto universitario terminó convertido en un campo de batalla ideológico, donde Ayuso volvió a usar su artillería de titulares y Wyoming respondió con

munición de sarcasmo y datos incómodos.

Porque si algo quedó claro después del programa es que El Gran Wyoming no solo hizo reír, sino que desnudó, con precisión quirúrgica, el verdadero mensaje detrás del discurso de la presidenta madrileña: uno

que desprecia lo público, glorifica lo privado y polariza sin límites.

La audiencia lo captó al instante.

Las redes se llenaron de clips, memes y reflexiones que confirmaban que, una vez más, el humor puede ser la herramienta más demoledora contra el cinismo político.

Y si alguien sabe cómo usarla, ese es El Gran Wyoming.