“¡Sigue Haciendo Lío!” El Impactante Consejo Del Papa Francisco A Sor Lucía Cuando El PP Quiso Censurarla

El papa Francisco a sor Lucía Caram: "Sigue armando lío" - AS.com

Sor Lucía Caram, la monja valiente que jamás ha tenido miedo de denunciar injusticias, volvió a conmover al público revelando detalles poco conocidos de uno de los episodios más tensos de su vida.

Todo comenzó cuando, en un programa de televisión, denunció públicamente el caso de un menor saharaui expulsado de forma irregular en Melilla.

Aquella denuncia provocó la furia del gobierno del Partido Popular, que maniobró para silenciarla.

Sin embargo, contra todo pronóstico, recibió el apoyo más inesperado y poderoso: el del Papa Francisco, quien la animó personalmente a “seguir haciendo lío” y no callar ante la injusticia.

La historia se remonta a cuando Sor Lucía, movida por su compasión, denunció la expulsión en caliente de un joven enfermo que sufría neurofibromatosis.

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Su intervención televisiva causó una reacción en cadena: desde las altas esferas del PP, se enviaron quejas a la Nunciatura Apostólica en España, solicitando su expulsión de los medios y su aislamiento en el convento.

Llegaron incluso a acusarla de “desequilibrada” y de hacer comentarios “jocosos contra el Real Madrid” en una carta oficial, un argumento que rozaba el absurdo.

La presión fue tal que la llamaron a Roma para pedirle explicaciones, una cita que cambiaría su vida.

En su visita al Vaticano, tras una tensa reunión con autoridades eclesiásticas que intentaban censurarla, Sor Lucía acudió a la tradicional audiencia pública en la Plaza de San Pedro.

Allí, en medio de la multitud, el Papa Francisco la reconoció.

Con su característico sentido del humor y complicidad, la llamó “la monja que hace lío” y, tras escuchar su historia, le dio un consejo directo: “Sigue haciendo lío, no les hagas caso”.

Aquellas palabras no solo la protegieron de ser silenciada, sino que la catapultaron a una nueva etapa de activismo público.

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Poco después, el Papa incluso organizó una audiencia especial con Sor Lucía y 200 voluntarios en señal de respaldo.

El apoyo papal no fue bien recibido por todos.

Sectores conservadores, tanto dentro de la Iglesia como en la política, mostraron su irritación ante la libertad de Sor Lucía para seguir denunciando injusticias.

En aquellos años, el Partido Popular mantenía fuertes alianzas con sectores tradicionales de la Iglesia, liderados por figuras como el cardenal Rouco Varela.

Era una época en la que la política y la religión se entrelazaban para protegerse mutuamente, y voces disidentes como la de Sor Lucía resultaban incómodas.

La monja relató cómo intentaron incluso imponerle un “precepto formal” para prohibirle hablar en los medios, algo que ella desafió con valentía.

Sor Lucía Caram: "Francisco, un Padre que ama sin condiciones. Estamos en  buenas manos y tenemos Papa para rato"

La muerte reciente del Papa Francisco llenó a Sor Lucía de tristeza.

Consideraba al Pontífice no solo como un guía espiritual, sino como un amigo cercano que siempre la apoyó.

Relató emocionada cómo, durante sus encuentros, Francisco la animaba a no autocensurarse y a luchar por los más pobres.

Para Sor Lucía, el legado de Francisco es la confirmación de que la Iglesia puede y debe estar al lado de los que sufren, lejos del clericalismo y de los privilegios.

En un mundo polarizado, donde la extrema derecha y el capitalismo salvaje avanzan, su ejemplo resulta más necesario que nunca.

Hoy en día, Sor Lucía Caram continúa su incansable labor humanitaria.

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Desde la Fundación del Convento de Santa Clara en Manresa, coordina programas de ayuda alimentaria, educación para niños vulnerables, inserción laboral para mujeres y acogida de refugiados.

Además, lidera corredores humanitarios hacia Ucrania, donde ha ayudado a evacuar a más de 4.

000 personas y ha entregado decenas de ambulancias y hospitales de campaña.

Sin descanso, dedica su vida a la compasión activa, a vivir con los pobres y a levantar la voz contra las injusticias.

A pesar de las amenazas, censuras y obstáculos, su lema sigue siendo el mismo que le enseñó Francisco: “Seguir haciendo lío”, defender la verdad y nunca callar ante el dolor humano.