💔🌹 “¿Sigo casado, pero qué importa?” — El secreto de Ildefonso que dejó helada a Reme en plena cita 🍷😱

Una soltera de 'First Dates' se escandaliza al saber un detalle de su cita  y el final es inesperado

Reme, una mujer de Elche ya jubilada, pisó por primera vez el restaurante de ‘First Dates’ con más nervios que certezas.

A sus más de sesenta años, la vida no le había dado tregua en el amor.

Casada a los 24, abandonada a los 28, y madre soltera desde entonces, su esperanza era tímida, pero real.

Frente a Carlos Sobera confesó entre sonrisas nerviosas que llevaba un cuarto de siglo sin tener una cita.

“Creo que nunca he estado enamorada”, susurró, como si solo decirlo en voz alta ya fuera un acto de valentía.

Entonces apareció Ildefonso.

Entró con aire seguro, mirada directa y una frase de presentación tan exageradamente poética que hizo sonrojar a Reme de inmediato: “Estoy aquí en Madrid para ver una rosa como tú.

” Todo parecía ir por buen camino.

El tono era amable, el ambiente cálido, y hasta la sonrisa de Reme comenzaba a ser más natural.

Pero bastaron unas pocas palabras más para que el suelo comenzara a tambalearse bajo sus pies.

“Yo era muy pillín, tenía una novia en Écija y otra en Úbeda”, soltó Ildefonso, entre risas que no contagiaron a nadie.

A Reme se le congeló el gesto.

Una soltera de 'First Dates' se escandaliza al saber un detalle de su cita  y el final es inesperado

La cámara captó con precisión el momento exacto en que el encanto se resquebrajó como un cristal fino.

La palabra “infidelidad” no era un juego para ella.

No después de haberlo vivido en carne propia.

El silencio se apoderó del espacio, solo roto por la frase seca de Reme: “Sí que empezamos mal, eh.”

Intentando salvar la situación, Ildefonso se apresuró: “Eso fue con 21 años, ya he cambiado.

” Pero el daño estaba hecho.

Lo que para él era una anécdota juvenil, para ella era una señal de alarma roja.

Y lo peor estaba por llegar.

Cuando parecía que la conversación volvía a encarrilarse, Ildefonso dejó caer otra bomba: “Sigo casado, vivo a 500 metros de mi exmujer…Bueno, de mi mujer en realidad, porque no me he divorciado.”

La cara de Reme fue un poema mudo.

El mal trago de una soltera de 'First Dates' al ver a su cita: "No me  esperaba esta persona"

Era como si cada palabra del valenciano la empujara un paso más hacia atrás.

¿Quién podría abrir su corazón a alguien que ni siquiera ha cerrado su capítulo anterior? Él trató de suavizarlo: “Cuando encuentre a alguien me divorciaré, pero mientras tanto, ¿para qué?” No parecía

comprender el impacto de lo que acababa de revelar.

Para Reme, que aún luchaba por confiar, esa frase fue dinamita emocional.

A pesar de todo, ella no se levantó de la mesa.

Se mantuvo firme, pero su mirada decía más que mil palabras.

Había dudas, pero también una tenue chispa de esperanza.

“Si llegamos a conocernos un poco más, todo se puede hablar”, dijo con voz baja, casi como si quisiera convencerse a sí misma.

En un giro completamente inesperado, la cita no acabó con portazos ni lágrimas.

Al contrario.

El atrevimiento de una soltera de 'First Dates' con lo que le soltó a  Carlos Sobera en su cara

Ildefonso, lejos de disimular, confesó que quería seguir viéndola.

Y Reme, después de tantas señales contradictorias, aceptó: “Podemos tener una segunda cita, estaría bien.

” Fue una decisión que dejó a todos desconcertados, incluso al propio Ildefonso.

Ella, la misma que no creía en el amor, decidió darle una oportunidad al hombre que aún duerme bajo el mismo cielo que su exesposa.

¿Qué vio Reme en él? ¿Un reflejo de lo que pudo ser su vida si no la hubieran traicionado tan temprano? ¿O simplemente el deseo de no volver sola a casa después de tanto tiempo? Nadie lo sabe con certeza.

Lo único claro es que detrás de esa sonrisa final y ese acuerdo para una segunda cita, se esconde una historia mucho más compleja que una simple velada televisiva.

Porque a veces, lo que más anhelamos puede llegar disfrazado de todo aquello que temíamos.

Y aun así, decidimos arriesgarnos.

Aunque sepamos que podríamos salir heridos.

Porque quizás, solo quizás, esta vez sea distinto.