🔥¡Explota Óscar Puente! Acusa sin filtros a La Razón de “mafia pura” y desata un terremoto político y mediático

La escena ocurrió durante un encuentro radiofónico matinal en una cadena nacional.

Óscar Puente, invitado para hablar sobre las últimas medidas del Ministerio de Transportes, acabó protagonizando uno de los momentos más virales y controversiales del panorama político reciente.

Todo comenzó cuando el periodista le preguntó por una serie de artículos publicados en La Razón, en los que se cuestionaban decisiones recientes del Gobierno en materia de infraestructuras y se sugería un

supuesto trato de favor a determinadas empresas afines al PSOE.

La reacción del ministro fue inmediata y explosiva.

“¿La Razón? ¡Pero si eso es pura mafia! Mafia y mafia, lo repito.

No hacen periodismo, hacen chantaje”, espetó, subiendo el tono hasta un nivel que dejó en shock al locutor y a la audiencia.

“No tengo ningún respeto por esa redacción.

Lo que publican no es información, es basura disfrazada de opinión.

Han cruzado todas las líneas rojas posibles”, continuó Puente, visiblemente alterado.

Lo que siguió fue un aluvión de consecuencias.

Las redes sociales se incendiaron.

Miles de usuarios compartieron el corte del audio, que en cuestión de minutos se volvió viral.

Mientras unos aplaudían la “valentía” del ministro por “decir lo que muchos piensan”, otros lo acusaban de atacar a la libertad de prensa de manera inadmisible.

Desde La Razón, la respuesta no tardó en llegar: en un comunicado oficial, el periódico calificó las declaraciones como “una difamación intolerable de un miembro del Gobierno” y anunció que emprenderán

acciones legales si no hay una rectificación pública inmediata.

Pero lejos de retractarse, Puente redobló la apuesta.

En su cuenta de X (antes Twitter), publicó: “No voy a pedir perdón por decir la verdad.

La Razón ha sido durante años altavoz de la ultraderecha mediática, manipulando, mintiendo y difamando a todo aquel que no comulgue con su doctrina”.

La publicación sumó decenas de miles de reacciones en cuestión de horas, y el tema se convirtió en tendencia nacional.

Analistas políticos y periodistas de todas las corrientes se lanzaron a debatir el episodio.

Algunos, como Cristina Fallarás o Antonio Maestre, respaldaron al ministro asegurando que “hay medios que han cruzado la línea de la información para dedicarse directamente a la intoxicación política”.

Otros, más moderados, alertaron sobre el riesgo de que los representantes públicos utilicen expresiones tan duras contra la prensa, por muy sesgada que esta sea.

“No se puede llamar mafia a un medio sin pruebas judiciales.

Es peligrosísimo”, opinó un veterano reportero en una tertulia televisiva.

Mientras tanto, en el seno del Gobierno la reacción ha sido contenida pero reveladora.

Fuentes de Moncloa han deslizado que “las formas pueden no haber sido las mejores, pero el fondo es compartido por muchos”.

Es decir, que si bien a Pedro Sánchez no le conviene una escalada de enfrentamientos con la prensa conservadora, tampoco han desautorizado a Puente de forma clara.

De hecho, algunos ministros han mostrado en privado su apoyo a la denuncia del vallisoletano, reconociendo el malestar que existe dentro del Ejecutivo con ciertos medios que —a su juicio— actúan más como

herramientas de oposición que como actores informativos.

El Partido Popular, por supuesto, no ha dejado pasar la oportunidad.

Cuca Gamarra exigió la dimisión inmediata de Puente por “atentar contra la libertad de prensa de manera chavista”, mientras que Vox directamente lo calificó de “matón político”.

Las declaraciones cruzadas se multiplican a cada hora y la tensión entre políticos y periodistas ha alcanzado un nuevo clímax.

El escenario está más polarizado que nunca.

Óscar Puente ha elegido no retroceder ni un milímetro y La Razón amenaza con acciones legales.

El choque entre el poder político y el mediático ha alcanzado un nivel de crudeza pocas veces visto en democracia.

¿Estamos ante un episodio puntual o se trata del inicio de una guerra abierta entre ciertos medios y el Gobierno?

Lo cierto es que las palabras de Puente no han caído en saco roto.

En un país donde la batalla por el relato es constante y brutal, cualquier declaración puede encender un incendio político.

Y esta vez, el fuego no ha hecho más que empezar.