🧨 “Se escapan cuando ven dónde se van a meter”: Juan y Medio y su DRAMA con la paternidad

Juan y Medio confiesa a Bertín que lamenta n... | CanalSur Más

Juan y Medio no suele abrir la puerta de su vida privada.

Quien lo ve cada tarde en Canal Sur, con su simpatía y su complicidad con el público, jamás podría imaginarse que detrás de su sonrisa se esconde un anhelo profundo, una herida que lleva años sin cerrar.

Fue en una charla íntima con su amigo Bertín Osborne, durante una entrevista cargada de emociones, donde decidió quitarse el corsé y dejar al descubierto su lado más humano y vulnerable.

“No haber sido padre me pesa en el alma”, confesó sin titubeos.

Y con esa frase dejó claro que, a diferencia de lo que muchos pensaban, no fue una elección voluntaria.

Él sí quiso.

Él sí lo intentó.

Él sí se imaginó con una familia, con hijos.

Pero la vida —y sobre todo sus relaciones— no se lo pusieron fácil.

Juan y Medio no sorprende al hablar de la paternidad de Bertín Osborne

A sus 61 años, el presentador andaluz explicó con una honestidad brutal que, aunque tuvo parejas con las que sí veía posible formar una familia, las cosas nunca terminaron por encajar.

“Se escapan cuando ven dónde se van a meter”, soltó, entre la risa amarga y el dolor.

Lo dijo refiriéndose a esas mujeres con las que compartió años de relación —incluso hasta una de diez años— y que, llegado el momento clave, decidieron no dar el paso de la maternidad con él.

Juan y Medio no se quita responsabilidad.

En ningún momento culpa a las mujeres.

Todo lo contrario: reconoce que quizá él tampoco estuvo a la altura.

Que su forma de vivir, de hacer las cosas “como quiere y cuando quiere”, le ha hecho incompatible con ciertos compromisos.

Que la independencia que tanto ha defendido también ha tenido un precio.

Y ese precio ha sido alto: el de no tener a quien llamar “hijo”.

Su historia no termina ahí.

Pertenece a una familia numerosa: seis hermanos.

Juan y Medio confiesa por qué no ha sido padre: “Me pesa en el alma”

Sin embargo, ni uno solo de ellos se ha casado ni ha formado una familia convencional.

“Lo achaco a la educación que hemos recibido”, dijo, reconociendo que hay patrones que vienen de atrás y que se repiten sin darnos cuenta.

Lo más irónico del caso es que, pese a no haber sido padre, tiene una conexión muy especial con los niños, algo que ha demostrado durante décadas en programas donde los pequeños son protagonistas.

“Me lo paso tan bien con ellos…”, reconoció, entre emoción y nostalgia.

Durante la conversación con Bertín, también hubo tiempo para el humor.

Para recordar anécdotas y sacar a relucir ese carácter suyo que le ha convertido en uno de los rostros más queridos de la televisión.

Pero cada risa se entrelazaba con un silencio, con una mirada que decía más que las palabras.

Porque no se trataba solo de entretenimiento.

Se trataba de abrir el alma y hablar de ese “y si…” que tantos llevan dentro.

Juan y Medio se moja de forma inusitada sobre Bertín Osborne y hace esta  comparación

Pese a que muchos a su edad ya piensan en la jubilación, Juan y Medio afirma que no tiene ninguna intención de parar.

“Me gusta mucho mi trabajo.

Me siento querido.

¿Cuál es la alternativa? ¿Quedarme en casa? No, gracias”, sentenció.

Y aunque ese hogar al que no quiere volver solo quizás nunca tuvo los sonidos de niños jugando, está claro que ha sabido llenar su vida de sentido de otras formas.

Su testimonio ha conmovido a miles de espectadores.

Porque detrás del presentador impecable y del showman incansable, hay un hombre con sueños no cumplidos, con heridas que no se ven y con una verdad que pocos conocían.

Y esa verdad es la que ahora nos invita a reflexionar sobre cómo el éxito profesional, por muy grande que sea, no siempre puede llenar los vacíos que deja la vida personal.

Así es Juan y Medio: grande en la pantalla, pero también enorme en su sinceridad.

No necesitó llorar ni dramatizar.

Solo bastó una frase —“me hubiera gustado ser padre”— para desnudar su alma ante España entera.

Y eso, en un mundo donde la apariencia lo es todo, es un acto de valentía que merece ser escuchado.