🔥 La ultraderecha en evidencia: desmontan en directo a uno de los que fue a Torre Pacheco tras caer en un bulo

La concentración ultra fracasa en Torre Pacheco entre ataques a periodistas  señalados

Torre Pacheco se ha convertido en el epicentro de una ola de tensión que mezcla racismo, manipulación mediática y violencia alimentada por bulos.

Todo comenzó con un vídeo: una brutal agresión a un anciano que fue difundida masivamente en redes sociales.

La ultraderecha no tardó en relacionarlo con un hecho reciente ocurrido en Torre Pacheco, aunque la realidad era otra.

Ese vídeo, que generó indignación en miles de personas, no tenía ninguna relación con el municipio murciano.

La agresión ocurrió en mayo, en Almería, y los autores ya habían sido detenidos.

Pero el daño ya estaba hecho.

La televisión pública madrileña, Telemadrid, cayó en su propia trampa.

En el mismo informativo donde advertía de los bulos que se propagan “como la pólvora”, difundía sin ningún filtro la falsa noticia de la agresión en manada a un anciano por parte de jóvenes magrebíes en Torre

Pacheco.

Una contradicción grotesca que dejó al descubierto cómo algunos medios alimentan el odio mientras intentan fingir neutralidad.

Entre los que se movilizaron hacia Torre Pacheco tras ver ese vídeo falso, había una figura en concreto que fue entrevistada por el canal Cuatro.

“Hay que defender al pueblo”, repetía indignado.

Concentración de ultras en las calles de Torre Pacheco desinflada por la  presencia policial

Pero lo que nadie esperaba era que, en medio de la entrevista, se le confrontara con la verdad: el vídeo que había visto no era de Torre Pacheco.

“Lo que tú estás viendo no es real, y te dejas arrastrar por una mentira”, le dijo el periodista.

En ese momento, el rostro del entrevistado cambió.

Había subido al pueblo impulsado por una fake news y ahora su mensaje se convertía, sin quererlo, en un perfecto ejemplo de cómo los bulos se transforman en odio en la vida real.

Y ese odio tuvo consecuencias.

Destrozos, violencia, ataques a periodistas y una agresión salvaje a un local regentado por migrantes.

El bar de Hassan, vecino de Torre Pacheco desde hace años, fue atacado brutalmente.

Piedras, bates, cristales rotos, gas pimienta, destrozos en segundos.

“Esto ha sido un shock”, confesó entre lágrimas.

“Nunca he tenido ningún problema.

Yo soy uno más del pueblo.

Pero ahora tengo miedo de volver”.

Las imágenes eran espeluznantes.

El acoso de la ultraderecha a la prensa se intensifica en Torre Pacheco

Personas con cascos y pasamontañas entraban en su local como una turba rabiosa.

Algunos con adoquines en las manos.

Otros con un machete.

Los clientes se encerraron en el baño para protegerse mientras todo volaba por los aires.

Hassan, que trabaja a diario, paga impuestos y tiene un negocio autónomo, fue convertido en enemigo público por el simple hecho de no haber nacido en España.

Y mientras eso ocurría, periodistas de Televisión Española eran acosados en directo.

La reportera apenas podía informar mientras los concentrados les gritaban “prensa manipuladora”, les empujaban, les mojaban con agua.

“Estamos trabajando, por favor”, decía entre empujones.

La escena era una radiografía brutal de cómo la ultraderecha actúa: desinformación, hostigamiento a la prensa, violencia contra los más vulnerables y una impunidad que asusta.

Porque no se trataba solo de un vídeo descontextualizado.

Detrás de todo esto hay una estrategia de intoxicación clara.

Vídeos y bulos difundidos en redes inflamaron los disturbios en Torre  Pacheco | Público

Un relato que convierte a cualquier persona migrante en sospechosa, en culpable, en objetivo.

Poco importa si trabaja, si paga impuestos, si está legalizado o si colabora con su comunidad.

El objetivo no es la justicia, es la caza.

Hassan lo resume con dolor: “Esto no es justicia, esto es racismo.

Vinieron por nosotros”.

Lo más triste es que muchos de los que actuaron contra él ni siquiera eran del pueblo.

Fueron empujados por una avalancha de bulos difundidos desde redes sociales, grupos de WhatsApp y plataformas mediáticas afines a la ultraderecha.

Y es ahí donde entra la gran responsabilidad de los medios.

Porque cuando se normaliza el discurso de odio, cuando se da altavoz a quienes siembran miedo y resentimiento, las consecuencias son reales.

Cuando se difunden vídeos falsos sin verificar, lo que se genera no es información: es violencia.

Y esa violencia siempre golpea primero a los más vulnerables.

Bulos y mensajes de odio en redes sociales, caldo de cultivo de las  agresiones contra migrantes en Torre-Pacheco - Infobae

Si lo que ha pasado en Torre Pacheco lo hubiera hecho un grupo radical de izquierda, rompiendo escaparates o enfrentándose a la policía, los titulares no hablarían de “concentraciones” ni de “tensión vecinal”.

Habría arrestos, condenas públicas y debates en prime time.

Pero cuando la violencia viene de sectores ultras, los eufemismos son la norma.

La pregunta que queda en el aire es contundente: ¿hasta cuándo vamos a tolerar esta normalización del odio? ¿Cuántos Hassan más tienen que ver su vida destrozada por una mentira viral?

Las palabras finales del vídeo son tan poderosas como tristes: “Tu Dios es judío, tu música es negra, tu coche es japonés, tu pizza es italiana, tus números son árabes, tu democracia es griega…y aún así me llamas

extranjero”.

Porque al final, la lucha no es solo contra los bulos.

Es contra la deshumanización.

Contra la indiferencia.

Contra una maquinaria propagandística que usa el miedo como combustible.

Y si permitimos que eso siga creciendo sin freno, el próximo Torre Pacheco podría estar mucho más cerca de lo que creemos.