Óscar Puente explota contra Ayuso por su rifirrafe con Mónica García y la deja en evidencia en público 🔥⚡

Lo que comenzó como un cruce de palabras entre Isabel Díaz Ayuso y la ministra Mónica García durante una comparecencia parlamentaria, terminó escalando a un nuevo episodio de alto voltaje político tras la

fulminante intervención de Óscar Puente.

El actual ministro de Transportes, acostumbrado a ir de frente y sin pelos en la lengua, decidió no quedarse callado ante lo que calificó como “un ataque personal e innecesario” de Ayuso contra García, y su

respuesta fue tan directa que las redes sociales y los medios entraron en ebullición.

En un acto público celebrado en Valladolid, Puente aprovechó la presencia de los medios para lanzar un mensaje que no dejó lugar a interpretaciones ambiguas.

“Estamos cansados de una política basada en el insulto, en la provocación constante y en el desprecio por el adversario.

Lo que hizo la señora Ayuso con Mónica García no es valentía, es falta de respeto y de educación democrática”, afirmó con contundencia.

Sus palabras fueron seguidas por aplausos de los presentes, pero también por una inmediata reacción desde la trinchera del PP.

Y es que la polémica arrancó cuando Ayuso, en una intervención cargada de sarcasmo y condescendencia, cuestionó la preparación y legitimidad política de Mónica García, insinuando que su perfil como médica

poco tenía que aportar a la gestión pública.

La respuesta de García fue serena, pero el daño ya estaba hecho: en cuestión de minutos, los clips del cruce comenzaron a circular por redes sociales y la batalla mediática estalló.

Óscar Puente, al ver el revuelo y la actitud de Ayuso, no dudó en posicionarse con claridad.

“Aquí no se trata de partidos, se trata de formas.

El respeto a una ministra es el respeto a una institución.

Lo que hemos visto es una estrategia populista de quien prefiere la descalificación antes que el debate”, sentenció.

También añadió que lo más preocupante no era solo el tono del discurso de Ayuso, sino “la normalización del ataque personal como herramienta política”.

Lo más llamativo es que Puente no se limitó a defender a García.

Fue más allá y acusó a Ayuso de “intentar convertir la política madrileña en un espectáculo mediático constante”, donde lo importante no es la gestión, sino la provocación.

“Mientras Madrid necesita soluciones, ella prefiere titulares”, dijo, en una clara referencia al estilo confrontativo de la presidenta de la Comunidad.

Desde el entorno de Ayuso no tardaron en reaccionar.

Algunos portavoces del PP calificaron las declaraciones de Puente como “hipócritas y teatrales”, acusándolo de “usar la indignación como estrategia política”.

Sin embargo, lejos de retractarse, Puente duplicó su apuesta a través de su cuenta en X (antes Twitter), donde escribió: “No pienso callarme mientras se siga atacando con arrogancia a mujeres que han llegado al

poder por su talento y compromiso”.

Las reacciones no se hicieron esperar.

En redes sociales, el debate se polarizó.

Algunos aplauden la intervención de Puente y lo califican como “una voz necesaria contra el cinismo político”.

Otros lo acusan de oportunismo y de querer capitalizar el momento para ganar protagonismo.

Pero lo cierto es que, más allá de las interpretaciones, sus declaraciones han puesto a Ayuso en el centro de una nueva tormenta mediática, justo cuando su imagen pública parecía estable.

La ministra Mónica García, por su parte, agradeció públicamente el respaldo de Puente, afirmando que “la política necesita firmeza, pero también respeto.

Podemos tener diferencias, pero no podemos permitir la deshumanización del adversario”.

Con estas palabras, García evitó escalar el conflicto directamente, pero dejó claro que el episodio la tocó de forma personal.

Con este nuevo choque, la política española vuelve a demostrar que la guerra de declaraciones es tan intensa como la gestión misma.

Óscar Puente, fiel a su estilo, se ha plantado con fuerza frente a Ayuso, abriendo un nuevo capítulo en la rivalidad entre PSOE y PP que, lejos de apagarse, se enciende más con cada palabra.

¿Será esto solo el inicio de un enfrentamiento más profundo? Todo apunta a que la batalla apenas comienza… y el país entero está mirando.