🔥 Pablo Motos y Rajoy HACEN EL RIDÍCULO hablando de vivienda… y España entera lo está viendo 🧨

Mariano Rajoy deja anonadado a Pablo Motos: el apoteósico show de un ex  presidente | MomenTVS

En un nuevo episodio de El Hormiguero, Pablo Motos invitó a Mariano Rajoy para hablar —ni más ni menos— que de la crisis de la vivienda.

Sí, el mismo Rajoy que gobernó durante años mientras se producían decenas de miles de desahucios, y el mismo Motos que ha sido señalado por su contenido sexista y su forma descaradamente sesgada de

entrevistar.

Lo que se vivió en ese plató fue un despliegue de cinismo político y desinformación revestido de falsa sensatez y guiños cómplices.

El resultado fue grotesco.

Rajoy, con su estilo pausado y su lenguaje enrevesado, lanzó una de sus ya clásicas perlas: “Lo más importante es poner suelo a disposición y mucha menos regulación”.

Traducido: dejar que los promotores hagan lo que quieran, sin que el Estado intervenga.

Es decir, la misma receta neoliberal que nos llevó a la burbuja inmobiliaria, a las hipotecas impagables y a los más de 70.000 desahucios anuales durante su mandato.

Porque sí, en 2014, bajo su gobierno, ese fue el número de familias expulsadas de sus hogares por no poder pagar.

Mariano Rajoy deja anonadado a Pablo Motos: el apoteósico show de un ex  presidente | MomenTVS

Y mientras Rajoy soltaba estas frases como si fueran verdades incuestionables, Pablo Motos asentía, como si todo lo que escuchaba fuera sabiduría pura.

En ningún momento hubo una repregunta incisiva, ni una sola referencia crítica al pasado político del invitado.

Porque en El Hormiguero, las figuras del poder conservador tienen pase libre para vender su relato sin oposición.

Lo más grotesco es que Rajoy se atrevió a decir que “se regula demasiado”.

Que “hace falta libertad para el empresario”.

Que “el gobierno no puede hacer mucho”.

¿En serio?

A nadie parece importarle que en las comunidades donde se ha aplicado, aunque sea tímidamente, la Ley de Vivienda, los precios del alquiler hayan empezado a bajar.

Tampoco se menciona que en regiones donde no se ha aplicado, los precios no han dejado de subir.

Es un hecho.

No es ideología, es estadística.

Pero Rajoy prefiere hablar de “creer en la gente”, como si una persona expulsada de su casa por no poder pagar necesitara fe y no una política pública eficaz.

Por si fuera poco, en la entrevista también se dio espacio para que se hablara de “nichos de inversión” en el mercado inmobiliario.

Mariano Rajoy habla alto y claro en 'El Hormiguero': «Nadie hace  absolutamente nada»

Inversiones con rentabilidades disparatadas basadas en reformar pisos y alquilar habitaciones a estudiantes por 450 euros cada una.

Lo contaban como si fuera un ejemplo de emprendimiento, cuando en realidad es un caso claro de cómo el mercado está diseñado para especular con un bien de primera necesidad.

Pero claro, ni Rajoy ni Motos viven de alquiler.

Ellos no conocen esa angustia.

Mientras tanto, en Europa, países “sospechosamente comunistas” como Austria, Países Bajos o Alemania demuestran que sí se puede garantizar el acceso a la vivienda.

En Viena, dos tercios de la oferta inmobiliaria está controlada por el sector público o por cooperativas sin ánimo de lucro.

¿Qué pasa en España? Que cuando se propone algo remotamente parecido, la derecha lo califica de “comunismo bolivariano”.

Rajoy incluido.

Su presencia en El Hormiguero no es inocente.

Se produce en un momento donde el Partido Popular intenta blanquear su pasado de recortes, desahucios y corrupción.

Y el plató de Motos, como siempre, sirve de alfombra roja.

Rajoy se moja en El Hormiguero: así solucionaría el problema de la vivienda

Nadie menciona los papeles de Bárcenas, los sobresueldos, ni el hecho de que en el gobierno de Rajoy se creó la Plataforma de Afectados por la Hipoteca precisamente porque miles de personas eran expulsadas de

sus casas sin que el Estado hiciera nada.

Nadie le recordó eso.

Solo sonrisas, bromas y frases vacías sobre “libertad empresarial”.

Lo más indignante es que este tipo de contenido tiene audiencia masiva.

Millones de personas ven El Hormiguero como si fuera un espacio neutro, divertido e inocente.

Pero es cualquier cosa menos eso.

Es un altavoz político de la derecha, disfrazado de programa de entretenimiento.

Mientras se hacen chistes y se promueven productos comerciales, se lanza propaganda ideológica cuidadosamente empaquetada.

Y cuando el invitado es Rajoy, todo se vuelve aún más tóxico.

El ex presidente que congeló el salario mínimo, que eliminó ayudas sociales, que desmanteló la ley de dependencia y que facilitó los desahucios masivos, ahora habla como si fuera un experto técnico que jamás

tuvo responsabilidad política.

Rajoy en El Hormiguero, Rajoy en el gimnasio | España | EL PAÍS

Se presenta como registrador de la propiedad, no como el político que gobernó ignorando deliberadamente una emergencia habitacional.

Y Pablo Motos le da el espacio, sin reparos.

Rajoy no propone soluciones, propone más de lo mismo: desregulación, mercado libre, menos protección al inquilino y cero intervención pública.

Y lo hace con una sonrisa, como si no estuviera hablando de un drama humano que afecta a millones de personas.

Mientras tanto, la mayoría de los jóvenes en España no pueden acceder a una vivienda digna, los alquileres se comen el 60% de los salarios y los fondos buitre continúan controlando el mercado inmobiliario con

total impunidad.

Pero eso no preocupa en El Hormiguero.

Allí lo importante es que el invitado se sienta cómodo, que el discurso sea “ligero” y que no haya lugar para el pensamiento crítico.

La complicidad entre Motos y Rajoy no solo fue evidente, fue ofensiva.

Porque mientras ellos bromean sobre las “dificultades” de hacer política de vivienda, hay familias que esta noche dormirán en casa de un familiar, en una furgoneta o directamente en la calle.

Este es el nivel.

Este es el tipo de contenidos que moldean la opinión pública mientras se perpetúa la idea de que la vivienda es solo una cuestión de “oferta y demanda”, ignorando que en muchos países se trata como lo que

realmente es: un derecho.

Rajoy irá a divertirse a 'El Hormiguero'

España necesita menos platós serviles y más periodismo valiente.

Menos propaganda encubierta y más datos.

Y sobre todo, menos Rajoys dando lecciones y más políticas que garanticen que nadie se quede sin casa.

Lo que vimos en El Hormiguero no fue una entrevista.

Fue un acto de blanqueo político.

Un monumento al despropósito mediático.

Y una bofetada a la realidad de millones de españoles.