🔥 Verónica Dulanto ya no esconde lo que piensa de Ana Rosa Quintana: “Es una persona que NO OLVIDARÉ”

Verónica Dulanto ha decidido dejar de callar.

Después de años trabajando bajo el ala de Ana Rosa Quintana, la presentadora ha roto su silencio y se ha sincerado como nunca en una entrevista que ha sacudido los cimientos de Mediaset.

Aunque su tono fue medido, sus palabras han hecho ruido.

Ya no hay lugar para la ambigüedad: Verónica ha contado, con nombre y apellido, qué tipo de jefa fue Ana Rosa durante más de una década.

Todo comenzó tras el sorpresivo anuncio de Ana Rosa de abandonar la franja vespertina para regresar a las mañanas de Telecinco, en una estrategia inesperada de la cadena.

El cambio fue tan brusco que incluso los propios presentadores del nuevo espacio, Verónica y Frank Blanco, no sabían nada hasta que el propio Alberto Carullo les informó.

“Me quedé callada y en shock”, confesó Verónica.

Y aunque la sorpresa fue total, asegura que la tomó de forma positiva.

Pero lo realmente explosivo no fue el anuncio… sino lo que vino después.

Ante la pregunta directa de qué piensa realmente de Ana Rosa Quintana, Verónica fue tajante.

No se escudó en frases diplomáticas ni huyó con evasivas.

“Es una persona cercana en el trato”, aseguró.

Pero no se quedó ahí.

“Siempre me ha tratado con mucho cariño y es una persona empática.

Me ha demostrado ser accesible y atenta a todo lo que pasa en los programas.

Le debo muchas cosas”.

Así, desmontó de un plumazo la imagen fría y distante que muchos le atribuyen a Ana Rosa.

Estas declaraciones han dividido a los espectadores.

Para algunos, lo dicho por Verónica confirma lo que sospechaban: que Ana Rosa, a pesar de su imagen pública implacable, tiene un lado humano que pocos conocen.

Para otros, no fue más que una estrategia medida para quedar bien con la cadena que aún le da trabajo.

Sin embargo, lo que nadie puede negar es que Verónica ha hablado con conocimiento de causa: compartió plató y decisiones con Ana Rosa desde 2005 hasta 2017.

Nadie mejor que ella para opinar con propiedad.

Y por si quedaban dudas, Verónica también se pronunció sobre el regreso de Ana Rosa a su franja original.

“Ha sido su sitio durante años y está contenta de volver”, afirmó con contundencia.

Añadió incluso que los cambios, aunque inesperados, pueden ser positivos: “Los cambios están para eso, para mejorar”.

Un mensaje que suena tanto a aceptación como a advertencia: en televisión, nadie tiene el sitio asegurado.

Pero lo que más ha llamado la atención no es solo lo que dijo, sino lo que dejó entrever.

Con frases como “no lo creo, lo sé” o “ha sido su sitio durante años”, muchos han interpretado que Verónica sugiere que el regreso de Ana Rosa no fue tan espontáneo como se quiere hacer creer.

¿Una estrategia planificada desde hace tiempo? ¿Una maniobra de poder interna en Mediaset? Las teorías no han tardado en circular.

Lo cierto es que mientras Verónica se consolida como uno de los rostros más visibles de la tarde televisiva, Ana Rosa retoma su trono en las mañanas.

Dos mujeres, dos estilos y un mismo universo: el de la televisión que se cuece entre pasillos, estrategias y verdades a medias.

Con sus declaraciones, Verónica ha humanizado a Ana Rosa, sí, pero también ha encendido un foco sobre cómo se gestan los movimientos de poder en la televisión española.

En un mundo donde la imagen lo es todo y las palabras pueden hundir o levantar carreras, lo dicho por Verónica Dulanto ha sido una jugada arriesgada.

¿Le pasará factura? ¿O acaba de ganar puntos como figura independiente con voz propia? Sea como sea, lo cierto es que ha logrado lo que muy pocos pueden: que todos hablen de ella… y de Ana Rosa, por

supuesto.

Porque cuando alguien rompe el silencio, lo que se escucha puede cambiarlo todo.

Y en este caso, lo que empezó como una simple entrevista ha terminado siendo un terremoto mediático con réplicas que aún no han terminado.

¿Será este solo el comienzo de una nueva batalla televisiva? No lo sabemos, pero algo es seguro: Verónica ya no se esconde.

Y eso, en la guerra por el prime time, es un movimiento que no pasa desapercibido.