¡LO CUENTA TODO! Vicky Martín Berrocal rompe el silencio sobre su matrimonio con El Cordobés

Vicky Martín Berrocal ha dejado boquiabierto al público con una de las confesiones más inesperadas de su vida personal.

En su reciente visita a El Hormiguero, acompañada de su madre para promocionar su nuevo docu-reality Las Berrocal, la diseñadora se quitó todas las máscaras y mostró una faceta desconocida

hasta ahora: la mujer que sufrió por amor, incluso cuando todos pensaban que vivía una historia perfecta.

El detonante fue una simple pero directa pregunta de Pablo Motos sobre cómo había vivido ella el amor.

La respuesta no solo fue sincera, fue demoledora.

“Yo no he disfrutado mucho del amor…

sufrí con Manuel, sufrí con todos”, sentenció con voz firme.

Fue ahí cuando el plató enmudeció.

Nadie esperaba que Vicky hablara tan abiertamente del dolor vivido durante su matrimonio con el popular torero Manuel Díaz, conocido como “El Cordobés”.

Ambos se casaron en 1997 en una boda de ensueño que paralizó a la prensa del corazón.

Tuvieron una hija, Alba, y se separaron en 2001 de manera aparentemente amistosa.

Siempre se habían mostrado cordiales, respetuosos e incluso cariñosos en declaraciones públicas.

Sin embargo, Vicky reveló que detrás de esa imagen, se escondía una relación marcada por la angustia emocional.

La diseñadora explicó que su sufrimiento no empezó con Manuel, sino mucho antes, en su infancia.

Su experiencia dentro de una familia desestructurada, con un padre que mantenía dos relaciones paralelas, dejó cicatrices profundas.

“Mi madre sufrió mucho.

Y cuando tú ves eso de niña, repites patrones sin darte cuenta.

Yo he arrastrado el miedo al abandono toda mi vida”, confesó.

Esa herida emocional la acompañó en cada relación, incluida la que tuvo con El Cordobés.

“Yo me he pasado la vida angustiada, sufriendo por amor”, dijo sin rodeos.

Lo más impactante fue que no lo culpó directamente a él, pero sí dejó claro que no fue feliz a su lado.

Un dolor sordo, constante, que marcó incluso los momentos que debieron ser los más bonitos de su vida.

Aun así, Vicky no cayó en el resentimiento.

Fue tajante al afirmar: “Yo tuve un gran hombre”.

Con esta frase, quiso dejar claro que Manuel Díaz no fue una mala persona, simplemente no era el amor que la hacía feliz.

Porque, como ella misma explicó, hay veces que una relación puede ser educada, correcta y respetuosa… pero no suficiente para sanar lo que se lleva dentro.

Pero si algo marcó la entrevista, fue su revelación sobre el que considera su único amor sano: el vivido con Joao Viegas.

“Sufrí mucho hasta que llegó él”, afirmó con una paz que contrastaba con todo lo anterior.

Explicó que nunca necesitó escuchar un “te quiero” de su parte, porque lo sentía en cada acto, en cada gesto.

“El amor no se dice, se hace”, sentenció, dejando claro que con Joao encontró lo que nunca tuvo: estabilidad, seguridad y una conexión real.

Sus palabras no solo humanizaron su figura pública, sino que también pusieron sobre la mesa un tema que muchas mujeres callan: la normalización del sufrimiento en las relaciones.

Durante años, Vicky mantuvo una imagen de fortaleza y éxito, pero detrás de los focos se escondía una mujer herida que luchaba por encontrar su lugar en el amor.

Este testimonio, crudo y revelador, ha hecho que muchos replanteen la historia de amor que durante años se vendió como idílica.

Porque Vicky Martín Berrocal ha demostrado que, aunque se puede convivir con el dolor en silencio, también se puede romper ese ciclo, hablar sin miedo y construir una vida desde la verdad.

Ahora, con Las Berrocal a punto de estrenarse, Vicky se presenta como una mujer nueva, que ha dejado atrás los fantasmas del pasado para abrazar una etapa llena de autenticidad.

Su confesión no solo remueve recuerdos, también inspira a quienes, como ella, han aprendido que el verdadero amor no debe doler.

Que amar no es sufrir.

Y que, a veces, el silencio más largo necesita solo una pregunta para derrumbarse.