¡Barça Derrotado y Robado! Penalti Clarísimo Ignorado y Roja Perdida: ¿Se Juega o Se Fabrica el Resultado?

El FC Barcelona comenzó el partido con la alineación esperada, con Ciesni en portería, Jul Kundé como lateral derecho, Kubarsí y Eric García en el centro de la defensa, y Gerard Martín en el lateral izquierdo.

En el medio campo, Pedri, Frenkie de Jong y Dani Olmo, mientras que en ataque salieron La Minamal, Ferrán Torres y Marcus Rashford.

Desde los primeros minutos, el Barça impuso su ritmo y dominó claramente el juego.

Durante los primeros 30 minutos, el control del balón y las ocasiones más claras fueron para los azulgranas.

Destacó especialmente una jugada de La Minamal, quien tras un espectacular regate dejó atrás a Nuno Méndez y Barcolá, para luego asistir a Ferrán Torres, que tuvo una oportunidad muy peligrosa aunque sin éxito en el remate.

El gol llegó tras una jugada que parecía fuera de juego, pero que finalmente fue validada.

Pedri abrió a banda para Rashford, quien filtró un pase milimétrico a Ferrán Torres, que definió con precisión para poner el 1-0 en el marcador.

El Barça mantuvo el control y generó varias oportunidades, pero la polémica no tardó en aparecer.

Un penalti claro sobre Eric García fue ignorado por el árbitro.

El central azulgrana quedó tendido en el suelo, esperando la sanción, que nunca llegó.

La incredulidad fue generalizada, y el VAR tampoco intervino para corregir la decisión.

Esta jugada fue un punto de inflexión, ya que el PSG aprovechó la contra que siguió para generar peligro.

A partir del minuto 30, el PSG comenzó a ganar posesión y confianza.

El equipo francés presionó con intensidad y logró empatar tras una jugada en la que Nuno Méndez corrió más de 30 metros para asistir a Mayulu, quien definió con éxito ante Ciesni.

La falta cometida por Nuno Méndez sobre La Minamal, que debió ser sancionada con una segunda amarilla y expulsión, fue perdonada inexplicablemente por el árbitro.

Tras el empate, el Barça pareció grogui y perdió parte del dominio que había ejercido en la primera mitad.

El PSG generó varias aproximaciones aunque sin ocasiones claras hasta los últimos minutos del primer tiempo, cuando el Barça recuperó algo de control gracias a la brillante actuación de La Minamal, que desbordó con regates y pases de exterior.

La segunda parte fue mucho más complicada para el Barça.

El PSG mostró superioridad física y táctica, dificultando la salida del balón azulgrana y presionando constantemente.

Algunos jugadores culés evidenciaron cansancio, y la intensidad del equipo bajó notablemente.

A pesar de algunos intentos, como un disparo de Olmo que fue detenido, el Barça no logró generar ocasiones claras.

La expulsión perdonada a Nuno Méndez fue crucial, ya que afectó el desarrollo del partido y permitió al PSG mantener la presión.

Hansi Flick realizó varios cambios, incluyendo la salida de Pedri por agotamiento, y la entrada de jugadores como Casadó, Mark Bernal, Gerard Martín y Lewandowski.

Sin embargo, estas modificaciones no mejoraron el rendimiento del equipo, que perdió el control del partido.

En los minutos finales, un error defensivo dejó solo a Hakimi, quien asistió a Gonzalo Ramos para el gol de la victoria del PSG en el minuto 91.

Aunque inicialmente se dudó de un posible fuera de juego, las imágenes confirmaron que el gol fue legal.

El árbitro volvió a ser protagonista, con decisiones polémicas que favorecieron al PSG y perjudicaron al Barça.

Además del penalti no pitado y la roja perdonada, se cuestionó la interpretación de faltas y tarjetas durante todo el encuentro.

Entre los jugadores culés, destacaron La Minamal, Rashford, Eric García y Gerard Martín como los más destacados.

Sin embargo, algunos como Olmo recibieron críticas por no aportar al nivel esperado.

Pedri, aunque cansado, fue fundamental en la primera mitad y su ausencia se notó en la segunda.

El técnico del PSG, Luis Enrique, fue felicitado por su planteamiento y por sacar el máximo rendimiento a su equipo, a pesar de no contar con su delantera titular.

Por su parte, el Barça deberá aprender de esta derrota y mejorar aspectos defensivos y ofensivos para futuros compromisos.

El partido no fue decisivo para la clasificación, pero sí dejó un mensaje claro: el Barça debe seguir trabajando para competir al máximo nivel y superar no solo a rivales como el PSG, sino también a las adversidades arbitrales que, en esta ocasión, marcaron una diferencia significativa.

En resumen, el 1-2 final refleja tanto la calidad del PSG como las carencias del Barça en la segunda mitad, pero también una polémica arbitral que ha encendido el debate entre los aficionados y expertos.

La cuestión queda abierta: ¿fue solo fútbol o hubo un factor externo que influyó en el resultado?

Los culés deben mirar hacia adelante, aprender de sus errores y prepararse para los próximos desafíos.

Porque en el fútbol, cada detalle cuenta, y esta vez, esos detalles no estuvieron del lado del Barça.