Enfrentamiento explosivo en pleno vuelo: Florentino Pérez y Vinicius Junior rompen el silencio

El Real Madrid regresaba a casa tras una dolorosa derrota por 3-0 ante el PSG en la semifinal del Mundial de Clubes, un resultado que dejó al equipo completamente desdibujado y a la afición con la moral por los suelos.

Pero lo que nadie esperaba era que el vuelo privado de regreso a Madrid se convirtiera en el escenario de una bronca histórica entre el presidente Florentino Pérez y Vinicius Junior, una de las estrellas más queridas del club.

El desencuentro no fue un simple intercambio de palabras, sino una discusión que duró horas y terminó a gritos, según fuentes muy cercanas al club.

La raíz del conflicto fue la renovación contractual del brasileño, quien actualmente gana alrededor de 20 millones de euros netos al año pero exige un aumento significativo: quiere superar el salario de Kylian Mbappé, que ronda los 31 millones netos anuales.

Vinicius, que fue fichado por el Real Madrid a los 16 años por 45 millones de euros, argumenta que se ha ganado ese salario tras siete temporadas en el club, 14 títulos conquistados, goles decisivos y una conexión única con la afición.

Su lema es claro: “Si Cristiano Ronaldo pudo exigirlo, yo también puedo”.

Florentino, sin embargo, no aceptó la demanda con facilidad.

Con su característico estilo directo y frío, le recordó a Vinicius que no está en posición de hacer tales exigencias y cuestionó su rendimiento reciente, especialmente tras la humillante derrota ante el PSG, donde el brasileño prácticamente desapareció del partido.

Vinicius no se quedó callado y defendió su importancia en el club, recordando que sin él el Real Madrid no habría ganado la Champions League de 2022 ni contado con uno de los tridentes ofensivos más letales de la última década.

Pero Florentino fue tajante, mencionando ejemplos de otros jugadores históricos como Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos y Casemiro, quienes también pidieron más y acabaron fuera del club.

El momento más tenso llegó cuando Vinicius, visiblemente molesto, soltó una frase que resonó en todo el avión: “Si no valoráis lo que soy, buscad a otro que os saque las castañas del fuego”.

Incluso insinuó que tiene ofertas de otros clubes, aunque no especificó cuáles, y dejó claro que no está dispuesto a ser el segundo plato de nadie.

Durante las siguientes dos horas, la conversación fue un sube y baja entre respeto y tensión, promesas de futuro y reproches por lo que se acordó hace dos temporadas.

Florentino insistió en que el Madrid está por encima de cualquier jugador y que la política salarial no se puede romper por un solo futbolista, especialmente en un momento tan delicado tras la derrota mundialista.

Vinicius comparó su situación con la de Mbappé, preguntando por qué el francés, recién llegado, es el que más cobra mientras él lleva años defendiendo el escudo blanco y “sangrando” por el club.

Florentino contraargumentó que Mbappé llegó libre y que Vinicius fue una apuesta de futuro, recordándole que en el fútbol también hay que entender el negocio.

Finalmente, agotado por la discusión, Vinicius pidió vacaciones inmediatas y decidió marcharse de Madrid por unos días, dejando claro que no está para negociar en caliente y que hablarán cuando regrese, aunque su rostro reflejaba enfado y decepción.

Este enfrentamiento pone en jaque la renovación del brasileño y divide al madridismo.

Por un lado, están quienes creen que Vinicius merece un salario acorde a su importancia y rendimiento; por otro, los que piensan que está pecando de soberbia y que el club no debe ceder ante presiones económicas desmedidas.

La situación es especialmente delicada porque llega justo cuando la convivencia dentro del campo entre Vinicius y Mbappé no termina de cuajar.

El tridente con Rodrigo parecía prometedor, pero los egos y las cifras han encendido la mecha de un conflicto que podría tener consecuencias deportivas y económicas.

Florentino Pérez, que siempre defendió a Vinicius incluso en los peores momentos —como cuando sufrió insultos racistas o críticas por su irregularidad— ahora se siente traicionado por la actitud del brasileño.

Por su parte, Vinicius sostiene que su lealtad ha sido subestimada y que eligió quedarse en 2023 a pesar de ofertas tentadoras del Chelsea y Manchester City.

El Real Madrid se enfrenta a un punto muerto en estas negociaciones.

La directiva no cede, el jugador no baja sus exigencias y el futuro parece incierto.

Lo que está claro es que esta novela, que parecía un trámite, se ha convertido en la historia del verano en Valdebebas y amenaza con dividir a la afición.

Históricamente, el Real Madrid ha superado la salida de grandes ídolos como Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos o Ángel Di María, pero perder a Vinicius sería un golpe duro por lo que representa para el club y para la imagen global del equipo.

Ahora queda por ver qué sucederá cuando Vinicius regrese de sus vacaciones.

¿Volverá más calmado y dispuesto a negociar?

¿O hará las maletas para buscar nuevos horizontes?

La respuesta marcará el rumbo del Madrid en los próximos meses y definirá si esta estrella brasileña seguirá brillando en el Bernabéu o emprenderá un nuevo camino lejos de la Casa Blanca.

Mientras tanto, el madridismo observa expectante, consciente de que el desenlace de esta historia puede cambiar para siempre la dinámica interna del club y el equilibrio de poder en uno de los equipos más grandes del mundo.