La prensa no perdona a Gallardo y River tras su eliminación en el Mundial de Clubes: ¿fin de una era?

La reciente derrota de River Plate ante el Inter de Milán en el Mundial de Clubes 2025 ha generado una fuerte reacción en la prensa deportiva, que no ha dudado en criticar duramente tanto al equipo como a su entrenador, Marcelo Gallardo.

La eliminación del conjunto argentino, que cayó 2-0 frente al campeón de la Champions League, ha sido vista como una confirmación de la brecha actual entre el fútbol sudamericano y europeo.

En un análisis detallado del partido, los comentaristas coincidieron en que River dejó todo en la cancha, pero no fue suficiente para superar a un rival superior en organización y calidad.

“Los italianos nos ganaron y nos manejaron el partido,” afirmó uno de los periodistas, destacando la actuación de los laterales y el dominio táctico del Inter.

Sin embargo, también se señaló que el esfuerzo y la entrega del equipo “no alcanzaron” para cambiar el resultado.

Uno de los aspectos más discutidos fue la actuación del joven arquero Franco Armani, quien tuvo dificultades para contener a los atacantes italianos.

A pesar de su juventud y la presión de jugar su primer gran partido europeo, se le atribuyó una desconexión que afectó la defensa de River.

Los expertos subrayaron que, aunque es importante contextualizar su desempeño por la edad y la experiencia, el equipo en general mostró problemas graves en la comunicación y organización defensiva.

La prensa también enfatizó la diferencia física y táctica entre ambos equipos.

El Inter de Milán, con jugadores descansados y bien preparados, aprovechó su superioridad para controlar el ritmo y neutralizar las opciones ofensivas de River.

La doble cobertura que aplicaron sobre los mediocampistas argentinos fue decisiva para limitar la creatividad y el avance del equipo sudamericano.

Pese a las críticas, algunos analistas reconocieron la entrega y el sacrificio de los jugadores de River.

“El equipo dejó la vida en la cancha,” comentaron, pero señalaron que el fútbol moderno exige no solo esfuerzo sino también efectividad y mecanismos claros para generar peligro.

En este sentido, River fue calificado como un equipo “caótico posicionalmente” y con “esterilidad ofensiva”, incapaz de crear jugadas claras de gol ante un rival bien armado.

La prensa argentina, además de evaluar el rendimiento individual y colectivo, apuntó directamente a la figura de Marcelo Gallardo.

Se cuestionó si el ciclo del entrenador está llegando a su fin y si es momento de una renovación profunda en el club.

La eliminación en un torneo tan prestigioso y la evidente distancia con los equipos europeos más fuertes han encendido las alarmas en Núñez.

En el debate, también se destacó la comparación con otros equipos sudamericanos y mexicanos presentes en el Mundial de Clubes.

Monterrey, por ejemplo, fue reconocido por aprovechar mejor sus oportunidades y avanzar a la siguiente fase, mientras que Fluminense se enfrentará a un Inter de Milán que luce sólido y confiado.

Algunos periodistas criticaron la actitud de ciertos comentaristas y aficionados que se burlaron de River tras la derrota, defendiendo que el equipo argentino merece respeto por su historia y esfuerzo.

“Fue un partidazo y hay que reconocerlo,” afirmó un panelista, rechazando el tono peyorativo y recordando que enfrentar al campeón europeo siempre es un desafío mayúsculo.

El análisis táctico del partido reveló que el Inter de Milán se siente cómodo cuando su rival propone un juego abierto y agresivo, como hizo River.

Los italianos aprovecharon esta situación para desplegar ataques rápidos y precisos, mientras que el equipo argentino sufrió al no poder controlar el balón ni imponer su ritmo.

La expulsión de un jugador clave de River fue un punto de inflexión que facilitó la victoria del Inter.

En conclusión, la prensa deportiva ha sido implacable con River y Gallardo tras la eliminación en el Mundial de Clubes.

Se destaca la necesidad de autocrítica profunda y una revisión del proyecto futbolístico para recuperar competitividad internacional.

Aunque el equipo mostró entrega y valentía, la diferencia con los grandes de Europa sigue siendo evidente.

Este episodio podría marcar un antes y un después para River Plate, que deberá replantear su estrategia si quiere volver a brillar en el escenario mundial.

Mientras tanto, la afición y los medios esperan respuestas claras sobre el futuro del entrenador y el rumbo del club.

La eliminación no solo es una derrota deportiva, sino también un llamado urgente a la reflexión en el fútbol argentino, que debe adaptarse a los nuevos tiempos y exigencias globales para no quedarse rezagado en competencias internacionales.