El Funeral del Papa Francisco: Un Escándalo Real y la Ausencia Inexplicable de Pedro Sánchez

El reciente funeral del Papa Francisco se convirtió en un evento lleno de controversias y críticas hacia los Reyes de España, Felipe VI y Letizia.

La presencia de la pareja real en un momento tan solemne fue objeto de atención mediática, especialmente por su saludo a Donald Trump y la notable ausencia del presidente Pedro Sánchez.

Mientras la mayoría de los asistentes mantuvieron una actitud sobria, la ministra María Jesús Montero destacó por su estilismo poco apropiado, que fue calificado de “cabaretero” en lugar de ministerial.

Con un abrigo con un gran lazo frontal y uñas y labios pintados de rojo, su apariencia contrastó drásticamente con el ambiente del funeral, generando reacciones negativas entre los presentes y los comentaristas.

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La ausencia de Pedro Sánchez fue otro punto de crítica, ya que su falta de representación en un evento de tal magnitud dejó a muchos preguntándose sobre su liderazgo y compromiso con el país.

Los Reyes, por su parte, fueron criticados por romper el protocolo al usar gafas de sol, aunque algunos defensores argumentaron que en un evento al aire libre con un sol intenso, era comprensible.

Sin embargo, la decisión de Letizia de no llevar la mantilla tradicional, que muchas reinas europeas utilizan en eventos de esta naturaleza, fue vista como una falta de respeto hacia la tradición.

La reina Sofía y otras figuras de la realeza han usado la mantilla en ocasiones similares, lo que hace aún más sorprendente la elección de Letizia.

La experta en casas reales, Pilar Eire, comentó que tanto Felipe como Letizia parecían incómodos durante el evento, lo que se reflejó en su falta de interacción con otros dignatarios presentes.

Los Reyes Felipe VI y Letizia dan el último adiós al papa Francisco con un  cercano gesto

La situación se volvió aún más curiosa cuando los Reyes se encontraron sentados al lado de Donald y Melania Trump, lo que generó una atmósfera tensa y desconcertante.

Felipe VI intentó romper el hielo con un saludo a Trump, pero la interacción fue breve y se sintió forzada, lo que dejó a Letizia deseando que el momento pasara rápidamente.

El contraste entre la presencia de los Reyes y la de los Trump fue notable, ya que mientras los primeros parecían fuera de lugar, los segundos acapararon la atención de las cámaras.

La cobertura mediática del evento fue intensa, con los medios registrando cada movimiento de los Trump y los Reyes, lo que llevó a muchos a cuestionar la relevancia de la presencia española en un evento de tal importancia.

La crítica no solo se centró en la vestimenta de los ministros, sino también en la falta de presencia del presidente del gobierno, lo que dejó a muchos preguntándose sobre su compromiso con la representación de España.

Los reyes Felipe VI y Letizia en el funeral del papa Francisco: un  operativo de seguridad histórico y un estricto protocolo - Infobae

La ausencia de Sánchez fue un tema recurrente en los medios, donde se cuestionó su decisión de no asistir a un evento que podría haber servido para mejorar la imagen del gobierno español.

Mientras tanto, la imagen de Emmanuel Macron y otros líderes mundiales fue destacada, lo que contrastó con la falta de visibilidad de España en este contexto.

Los comentaristas también señalaron que la decisión de Sánchez de no asistir al funeral, alegando razones de protocolo, fue errónea.

Recordaron que en funerales anteriores, otros presidentes en funciones habían estado presentes, lo que hace aún más desconcertante su ausencia.

La situación generó un clima de incertidumbre y descontento entre los ciudadanos, que esperaban una representación digna de su país en un evento tan significativo.

Así ha sido la llegada de los reyes al funeral del papa Francisco... y su  encuentro con Trump

Las críticas en redes sociales hacia la vestimenta de María Jesús Montero también fueron contundentes, con muchos pidiendo un mayor respeto por el protocolo en eventos de esta naturaleza.

La imagen de los ministros sonriendo durante un funeral también fue objeto de burla, lo que llevó a cuestionar la seriedad del gobierno en momentos de duelo nacional.

La percepción general fue que el funeral del Papa Francisco se convirtió en un espectáculo más que en un evento solemne, lo que ha dejado a muchos con un mal sabor de boca.

La falta de respeto hacia las tradiciones y el protocolo ha llevado a un debate sobre la imagen que España quiere proyectar al mundo.

El hecho de que figuras como Melania Trump y Donald Trump ocuparan un lugar destacado en el evento, mientras que los Reyes se sentían incómodos, ha suscitado críticas sobre la gestión de la diplomacia española.

Los Reyes saludan a Donald Trump antes de comenzar el funeral del Papa  Francisco

El encuentro entre Felipe VI y Trump fue visto como una oportunidad para fortalecer la relación entre España y Estados Unidos, pero la ejecución dejó mucho que desear.

La pregunta que muchos se hacen es: ¿dónde estaba Pedro Sánchez y por qué su ausencia fue tan notoria en un momento tan crucial?

La falta de respuestas claras ha llevado a una creciente frustración entre los ciudadanos, que esperan una mayor transparencia y responsabilidad de sus líderes.

La imagen del gobierno español ha quedado dañada, y muchos se preguntan si esto tendrá repercusiones en futuras relaciones internacionales.

Con las críticas en aumento, la presión sobre Sánchez para explicar su ausencia se intensifica, y muchos esperan que pronto ofrezca una justificación convincente.

El funeral del Papa Francisco no solo fue un momento de despedida para un líder espiritual, sino también un reflejo de las tensiones y desafíos que enfrenta la política española en la actualidad.

El rey Felipe VI saluda a Donald Trump al inicio del funeral por el papa  Francisco - Infobae

La combinación de un gobierno que parece más preocupado por su imagen que por su representación y una monarquía que lucha por encontrar su lugar en el escenario mundial ha dejado a muchos preguntándose cuál será el futuro de España en la arena internacional.

A medida que las repercusiones de este evento continúan desarrollándose, la atención se centra en cómo el gobierno y la monarquía responderán a las críticas y expectativas de los ciudadanos.

La lección aquí es clara: en momentos de solemnidad, la dignidad y el respeto deben prevalecer, y cualquier desviación de estos principios puede tener consecuencias duraderas.

La historia del funeral del Papa Francisco es un recordatorio de que la política y la realeza deben trabajar juntas para representar adecuadamente a su nación en el escenario mundial.

Las imágenes y los recuerdos de este evento perdurarán, y la forma en que los líderes españoles manejan la situación será observada de cerca por todos.

La pregunta sigue en el aire: ¿podrán Felipe VI y Letizia superar este bochorno y restaurar la imagen de España ante el mundo?

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