Un grave error de emisión en el último programa de la temporada de *La Revuelta*, presentado por David Broncano en La 1 de TVE

Este jueves 10 de julio, La 1 emitió la despedida de temporada de *La Revuelta*, pero lejos de ser un final brillante, la entrega estuvo marcada por un error que desató una ola de críticas en redes.

Los espectadores se dieron cuenta rápidamente de que parte del contenido ya se había emitido el lunes anterior, lo que provocó una sensación de estafa y desconcierto generalizado.

La grabación del último bloque del programa se había realizado el 26 de junio, después de que RTVE solicitara a David Broncano y su equipo una prórroga de una semana más para cubrir la programación veraniega.

Esto dio lugar a una maratón de grabaciones que, al parecer, fue gestionada de forma desordenada.

Durante la emisión del último programa, Broncano advirtió que podría haber saltos en el contenido por razones de edición, pero lo que ocurrió superó cualquier expectativa: se repitieron segmentos completos, incluyendo intervenciones ya vistas de Jorge Ponce.

La reacción del público no tardó. Muchos se preguntaban en redes si estaban viendo una reposición. Otros acusaban a la cadena pública de negligencia o desinterés, mientras aparecían comentarios que hablaban de “chapuza”, “falta de respeto” y “descontrol”.

La situación fue tan evidente que el propio Broncano tuvo que aclarar en pleno directo: “Este programa es el del lunes 7”.

Más tarde, intentando quitarle hierro al asunto, dijo con ironía: “Esto se va todo a la mierda”, lo que arrancó algunas risas, aunque no calmó la indignación del público.

Desde la cuenta oficial del programa también se hicieron eco del fallo con un tono humorístico: “Si habéis visto el programa estos días, ya sabéis cómo acaba la historia de Pablo.

No tiene ningún sentido nada ya”. Aunque el equipo trató de justificar el caos comparándolo con una narrativa no lineal “al estilo Caleidoscopio”, pocos compraron la explicación.

Además del error de contenido, otro elemento que reforzó la sensación de improvisación fue la ausencia total de público en el plató. La frialdad del ambiente contribuyó a la percepción de que el episodio había sido emitido sin la atención que merece un cierre de temporada.

En paralelo, se produjo un hecho simbólico pero significativo: incluso una reposición de *El Hormiguero* logró superar en audiencia a *La Revuelta*.

El programa de Pablo Motos, sin contenido nuevo, obtuvo un 11 % de share frente al 10,4 % de la entrega de Broncano, lo que muchos interpretaron como una señal clara de que el experimento veraniego de TVE había perdido el impulso inicial.

El caos de la semana final no solo empañó el buen recuerdo de algunos capítulos brillantes, sino que también encendió dudas sobre la gestión del formato.

El programa, que nació como una alternativa fresca en el prime time de La 1, había logrado durante varios momentos de la temporada superar a sus competidores directos.

Con invitados como Sebastián Yatra, Karol G, Joaquín Reyes o Sílvia Abril, *La Revuelta* parecía consolidarse como una apuesta firme. Sin embargo, la falta de coherencia en los últimos episodios provocó que incluso sus seguidores más fieles expresaran descontento.

Broncano, pese a todo, se despidió agradeciendo al equipo técnico, a los guionistas, a los colaboradores y al público. Se mostró orgulloso del esfuerzo colectivo, describiendo la temporada como “muy buena, especial e intensa”.

Aseguró que había sido un reto adaptarse a la televisión pública, pero también una oportunidad para explorar nuevos formatos.

El programa regresará el 8 de septiembre con una nueva temporada. El objetivo ahora será recuperar la confianza del espectador, mejorar la planificación y demostrar que lo ocurrido fue un accidente aislado y no un síntoma de caos estructural.

La segunda temporada será clave para definir si *La Revuelta* puede consolidarse como una propuesta duradera o si este experimento terminará diluyéndose entre los errores de producción y la feroz competencia de los grandes formatos televisivos.