nunca imaginé que un pedido más en mi

jornada de trabajo se convertiría en una

pesadilla que me perseguiría cada noche

me llamo Andrés y soy repartidor lo he

sido por años he visto muchas cosas en

la calle pero nada absolutamente nada me

preparó para lo que viví ese día desde

entonces no puedo dormir cada vez que

cierro los ojos la escena vuelve a mí

con una claridad dolorosa aquel 13 de

mayo me asignaron una entrega en Zapopan

era para Blossom de Beauty Longe el

salón donde trabajaba y grababa

contenido Valeria Márquez la influencer

que tanta gente seguía el pedido no era

común un peluche rosa y un café de

Starbucks todo envuelto con una notita

que decía “Perdóname recuerdo que al

llegar al salón todo parecía normal me

recibió Erika una mujer de cabello

oscuro y mirada fría la había visto

antes sabía que era cercana a Valeria

incluso decían que era su amiga de

confianza me quitó el paquete de las

manos casi sin mirarme pero algo dentro

de mí me dijo que esperara que no me

fuera tan rápido me acerqué a una de las

ventanas del salón que tenía una ligera

cortina corrida y fue entonces cuando la

vi valeria estaba transmitiendo en vivo

desde su celular hablaba con su gente

con esa energía que la caracterizaba

pero Erika se acercó a ella y le dijo

algo no alcancé a escuchar las palabras

exactas pero vi como la cara de Valeria

cambió se puso pálida y entonces todo

pasó en segundos erika sacó un arma

valeria gritó yo me quedé paralizado sin

saber si correr gritar o entrar y

entonces los disparos uno dos el cuerpo

de Valeria cayó sobre el suelo del salón

justo frente al espejo su teléfono se

deslizó por el piso y se apagó la

transmisión yo no pude moverme por unos

segundos sentí que el mundo se detuvo

luego escuché pasos era Erica caminando

con calma entonces reaccioné me di la

vuelta corrí como nunca lo había hecho

subí a mi moto y desaparecí del lugar

desde ese día no he tenido paz vi en las

noticias que decían que el asesino fue

un hombre disfrazado de repartidor me vi

en las cámaras vi mi rostro mi ropa mi

moto vi cómo me convertía en el

principal sospechoso de algo que no

cometí he querido hablar muchas veces

pero el miedo me come por dentro ¿quién

me va a creer ¿quién va a escuchar a un

simple repartidor que estuvo en el lugar

equivocado en el peor momento la verdad

es que yo no maté a Valeria fui testigo

de un crimen pero en lugar de ayudar

escapé y esa culpa esa cobardía no me

dejan en paz desde entonces no duermo

tengo pesadillas con Valeria gritándome

pidiéndome ayuda veo su mirada al caer

escucho los disparos cada noche y cuando

despierto solo hay silencio lo único que

tengo ahora es esta verdad que pesa una

verdad que debo contar aunque me cueste

todo porque ya no aguanto más no sé cómo

lo hizo no sé quién se lo dijo pero lo

cierto es que Erikaa sabe dónde vivo y

ha venido a buscarme más de una vez

desde aquel día maldito mi vida cambió

para siempre me convertí en un fantasma

dejé de trabajar borré mis cuentas

apagué mi teléfono solo salgo lo

necesario con una gorra baja lentes

oscuros y el corazón latiendo como

tambor cada vez que cruzo una calle no

es fácil vivir con miedo y mucho menos

cuando sabes que viste algo que puede

costarte la vida pero lo peor no fue

aparecer en las cámaras de seguridad del

salón ni ver mi rostro en algunos medios

amarillistas como el posible entregador

del peluche

asesino no lo peor vino después y tiene

nombre Erika la primera vez que vino fue

tr días después del asesinato de Valeria

yo estaba adentro con mi esposa y mis

hijos intentando que la vida siguiera

como si nada aunque por dentro me

estuviera

desmoronando tocaron la puerta fuerte

con insistencia me asomé por la ventana

y la vi ahí estaba ella Erika de pie con

su cabello suelto lentes oscuros pero

esa misma postura fría y

calculadora me quedé helado mi esposa

fue quien salió ¿se encuentra Andrés

preguntó ella con una voz dulce casi

susurrante mi esposa sin saber quién era

dijo que no que no había nadie con ese

nombre que debía estar equivocada pero

Erikaa no se movió observó la casa como

si tomara nota de cada detalle “dígale

que vine que necesitamos hablar” agregó

antes de marcharse esa noche no pude

dormir como sabía dónde vivía me había

seguido el día de la entrega alguien le

dio mi dirección era una advertencia al

día siguiente mi esposa y yo discutimos

por primera vez en mucho tiempo le conté

todo todo desde que hice la entrega

hasta que vi a Valeria caer hasta que

Wii le dije que esa mujer que vino Erik

fue quien disparó que la vi con mis

propios ojos ella se puso a llorar no

por miedo sino por impotencia tienes que

decir la verdad me dijo pero yo no podía

y si Erika estaba vigilándome y si venía

armada y si la próxima víctima era yo

pasaron unos días intentamos seguir la

rutina mis hijos seguían preguntando por

qué no íbamos al parque por qué no

salíamos los domingos como antes yo

inventaba excusas papá está enfermo papá

está trabajando desde casa mentiras

mentiras para esconder una verdad que

pesaba más con cada amanecer y entonces

volvió esta vez fue de noche eran casi

las 10 y escuchamos el timbre no

esperábamos a nadie me asomé por la

rendija y ahí estaba otra vez erika más

delgada ojerosa vestía completamente de

negro tenía una mochila cruzada al

hombro y la misma mirada vacía toqué el

brazo de mi esposa con nerviosismo no

abras le susurré ella asintió y apagó

las luces nos quedamos en silencio erika

no se movía tocó una vez más luego otra

y luego se sentó en el escalón de la

entrada como si supiera que estábamos

allí como si no tuviera prisa como si

pudiera esperar toda la noche pasó casi

una hora antes de que se fuera mi esposa

me miró con los ojos llenos de angustia

¿qué quiere de ti y yo no supe qué

responder me quería callado quería saber

si iba a hablar tenía miedo de que la

delatara o simplemente quería advertirme

comencé a tener pesadillas aún más

fuertes ahora no solo veía a Valeria

caer ahora también veía a Erika entrando

a mi casa con la misma arma apuntando a

mi familia me levantaba sudando con el

pecho apretado y lloraba en silencio

para no despertar a nadie ya no podía

seguir así pensé en irme en empacar todo

y desaparecer pero no tengo dinero no

tengo a dónde ir y no quiero criar a mis

hijos escondiéndonos del mundo por algo

que yo no hice entonces me di cuenta de

algo erika está nerviosa no me buscaría

si estuviera segura si creyera que yo no

sé nada no vendría a mi casa

si viniera a matarme ya lo habría hecho

pero me busca porque sabe que la vi y

eso significa que yo tengo el poder por

primera vez en semanas sentí que tenía

algo de control pero también supe que

debía decidir rápido o hablaba o me

callaba para siempre esa misma madrugada

fui al cuarto de mis hijos los vi dormir

les acaricié el cabello luego tomé mi

celular lo encendí y comencé a escribir

todo lo que vi cómo pasó ¿quién lo hizo

guardé el archivo en la nube hice una

copia en una USB se la dejé a mi esposa

con una nota si algo me pasa entrega

esto y al día siguiente por primera vez

desde el asesinato llamé a un abogado

pensé que hablar sería el final de todo

este infierno que al contar lo que vi al

entregar las pruebas por fin podría

volver a dormir tranquilo que mi familia

podría salir de nuevo sin miedo que

Erika desaparecería de nuestras vidas

como un mal sueño pero estaba equivocado

después de grabar mi testimonio me armé

de valor y contacté a un abogado fue una

videollamada breve no le di muchos

detalles por seguridad pero me citó para

el día siguiente en su oficina en una

zona céntrica “ven temprano,” me dijo “y

trae todo contigo esa noche fue la

primera en semanas que dormí sin

pesadillas me levanté con decisión me

vestí abracé a mi esposa y le dije “Hoy

termina todo.” Ella me miró con orgullo

aunque también con miedo me entregó la

USB que habíamos guardado y me dio un

beso largo de esos que se dan cuando uno

no sabe si va a volver salí de casa a

las 7:15 de la mañana pero no llegué a

la oficina en el camino justo a tres

cuadras de mi destino un carro negro se

me cerró en seco pensé que era un asalto

pero no dos hombres con chaquetas

oscuras sin placas se bajaron

rápidamente uno me agarró del brazo el

otro de la espalda no gritaron no

dijeron nada solo me empujaron hacia el

asiento trasero con fuerza ¿quiénes son

suéltenme grité pero nadie me escuchó

nadie intervino me pusieron un trapo en

la cara olía a químicos perdí la

conciencia en segundos desperté en un

cuarto oscuro frío sin ventanas con una

sola silla de metal tenía las manos

atadas a la espalda pero podía mover los

pies me dolía la cabeza intenté recordar

cuánto tiempo había pasado no tenía idea

y entonces la vi erika entró con la

misma expresión serena de siempre como

si estuviera a punto de servirme café

pero su mirada esa mirada ya no tenía

miedo tenía rabia ¿por qué no te

quedaste callado Andrés no respondí

apenas podía sostenerle la mirada yo

confié en ti tú viniste a entregar el

peluche fuiste parte de esto tú sabías a

quién iba dirigido caminó lentamente

hacia mí rodeando la silla pero claro tú

no querías ensuciarte las manos yo no

sabía le dije con la voz ronca yo no

sabía lo que ibas a hacer se detuvo en

seco me miró con asco ¿de verdad crees

que alguien va a creerte a ti un simple

repartidor antes que a mí yo trabajaba

con Valeria vivía con ella la gente me

quiere tú tú solo fuiste el tipo que

trajo el peluche sentí un escalofrío

recorrerme la espalda entonces ¿me vas a

matar erika soltó una risa breve seca

sin humor no Andrés no necesito matarte

basta con desaparecerte por unos días

cuando regreses todos pensarán que huyes

porque eres culpable y cuando por fin

hables nadie te escuchará salió de la

habitación sin más pasaron horas quizás

días no lo sé me daban de comer una vez

al día sin hablarme no sabía si mi

esposa estaba bien si mis hijos sabían

que no había desaparecido por voluntad

propia la oscuridad era como una prisión

dentro de mi cabeza me estaba quebrando

pero entonces ocurrió lo que jamás

imaginé en medio de la madrugada la

puerta se abrió de golpe una figura

encapuchada entró corriendo escuché

gritos golpes algo de vidrio rompiéndose

pensé que era el fin pero no era mi

esposa sí mi esposa con ayuda de un

conocido suyo un expicía que había sido

despedido por denunciar corrupción me

había encontrado había rastreado la

última ubicación del celular que llevaba

escondido en el bolsillo del pantalón

y ese detalle me salvó la vida me

desataron me abrazó tan fuerte que sentí

que mis huesos se rompían “vámonos antes

de que regresen” dijo entre lágrimas

salimos corriendo nos esperaban en una

camioneta vieja sin placas nos

escondimos en un pueblo a las afueras

por varios días ahí por fin pude

completar mi declaración grabarla y

enviarla a un periodista de

investigación que mi esposa contactó en

secreto la historia se volvió viral y sí

muchos dudaron de mí dijeron que era

mentira que solo quería fama pero otros

comenzaron a hablar exempleados vecinos

incluso gente cercana a Valeria dijeron

que Erika había mostrado comportamientos

extraños que estaba obsesionada con

Valeria que habían discutido días antes

de la tragedia se abrió una nueva

investigación la policía negóme detenido

por supuesto pero las imágenes de

cámaras vecinas comenzaron a circular

mostrando el

secuestro no podían negarlo más y Erika

Erika desapareció desde entonces vivo

con miedo pero también con algo de

esperanza sé que no estamos a salvo

todavía sé que ella aún puede volver

pero al menos ahora ya no estoy solo

ahora el mundo sabe mi verdad y aunque

el silencio me dolió más que cualquier

golpe hoy puedo decir que valió la pena

romperlo pensé que escapar bastaría que

cambiar de nombre de ciudad de rutina

sería suficiente para enterrar todo

aquello que me perseguía desde aquella

mañana trágica en la casa de Valeria

Márquez pero me equivoqué el pasado no

se entierra tan fácil mucho menos cuando

alguien se empeña en

desenterrarlo ahora soy Raúl no Andrés

mi esposa es Claudia y mis hijos usan

apellidos falsos vivimos en un pequeño

pueblo al norte donde nadie nos conoce

donde nadie nos pregunta nada trabajamos

con humildad en silencio yo arreglo

motores ella vende pan desde casa

pensamos que por fin habíamos vencido al

miedo hasta ese maldito día llegó una

carta sin remitente el sobre estaba

sobre la mesa como cualquier

correspondencia pero nosotros no

recibimos cartas nadie sabe que estamos

aquí nadie se supone mi esposa lo abrió

con manos temblorosas dentro una foto

era yo cargando a mi hija pequeña en la

entrada de nuestra casa al fondo Claudia

colgaba ropa era reciente muy reciente y

el ángulo la habían tomado desde el auto

rojo del vecino junto a la foto una nota

escrita a mano sabía que hablarías pensé

que eras más inteligente esto no ha

terminado y al final solo una letra

escrita con tinta roja eh mi corazón se

detuvo como no se encontraron dijo mi

esposa con la voz quebrada no lo sé

respondí sintiendo una presión en el

pecho tenía la sensación de que nos

observaban incluso en ese instante

revisamos la casa nada forzado ninguna

cámara dañada pero faltaba algo una USB

que contenía la copia del vídeo original

que había enviado a la prensa también

desaparecieron unos documentos que nos

habían ayudado a cambiar de identidad

fue entonces que lo entendí no solo era

alguien más estaba detrás alguien que

tenía acceso recursos poder esto era más

grande de lo que había creído intenté

calmarme pero esa noche volví a tener

pesadillas valeria sangrando en el suelo

mirándome como si me pidiera ayuda y

Erika de pie detrás de mí susurrando al

oído ¿por qué hablaste a la mañana

siguiente tomé una decisión encendí la

vieja laptop que aún conservábamos y

grabé un nuevo vídeo pero esta vez no

para los medios ni para la policía era

para Erika sé que me estás viendo

comencé y sé que pensaste que con una

carta me ibas a quebrar pero ya no soy

ese tipo que se cayó por miedo tú le

quitaste la vida a una mujer que confió

en ti que te abrió su casa y ahora

vienes por mi familia te enfrentaste a

Valeria y ella ya no puede hablar pero

yo sí y mientras respire no me voy a

callar lo subí a una carpeta cifrada y

lo envié a mi abogado y al periodista

que aún me ayudaba desde la ciudad sentí

un poco de alivio pensé que quizá solo

intentaban asustarme pero no fue así esa

misma tarde Claudia me llamó desde la

sala andrés sí me llamó por mi nombre

real del miedo acaba de llegar otro

sobre lo tomé era idéntico al anterior

blanco sin remitente lo abrí con manos

sudorosas había una sola imagen la tumba

de Valeria Márquez abierta vacía me

costó unos segundos entender lo que

estaba viendo era de noche en la foto

alguien había removido la lápida y el

ataude estaba ahí pero la tapa rota y no

había cuerpo esto esto no puede ser real

susurré ¿qué quieren decirnos con esto

preguntó Claudia con lágrimas en los

ojos no tenía respuestas pero lo sabía

algo muy grave estaba por comenzar de

inmediato llamé al periodista le envié

la imagen me respondió en segundos mayor

que Andrés esto no ha salido en ningún

medio si es verdad estamos ante algo

mucho más profundo quizá la misma red

que protegía a Erika ahora intenta

borrar toda evidencia incluso el cuerpo

quise vomitar pensé en mis hijos en mi

esposa en Valeria pensé en que quizá el

verdadero motivo por el que la mataron

no era un simple ataque de celos ni

locura y si Valeria sabía algo y si

Erika no actuó sola sino como parte de

algo más oscuro esa noche salimos de

casa dormimos en el auto mis hijos

lloraban sin entender nada mi esposa me

pidió que huyéramos del país pero ¿a

dónde y si el peligro no es solo Erika

sino quiénes la protegen antes de dormir

recibí un último mensaje era un número

desconocido solo decía mayor que creíste

que con hablar se acababa todo lo que

comenzó como la entrega de un simple

peluche se convirtió en una pesadilla yo

solo era un repartidor un testigo pero

ahora ahora soy un objetivo ¿y Valeria

¿dónde está Valeria yeah