durante décadas el nombre de Rubí Pérez

fue sinónimo de ritmo pasión voz

poderosa y éxito fue el embajador del

merengue dominicano ante el mundo el

hombre que llenaba estadios conquistaba

corazones y ponía a bailar a millones

pero detrás del ídolo había un hombre

del que muy pocos realmente sabían algo

y fue su propia hija Zulinka Pérez quien

rompió el silencio después de 41 años

lo hizo sin rencor sin ira pero con una

tristeza profunda una que había guardado

desde niña cuando entendió que su padre

Rubby Pérez, Singer Performing at Dominican Republic Nightclub During Roof Collapse, Dies at 69

era una leyenda para todos menos para

ella mi papá no era quien todos creían

era un artista brillante sí pero como

padre fue una sombra una ausencia con

nombre así empezó la entrevista que

estremeció a la opinión pública en

República Dominicana

por primera vez Zulinka decidió contar

su verdad no por venganza no para

ensuciar la memoria de su padre sino

para liberar el nudo que la había

acompañado toda su vida nació en 1984

Hija de Rubby Pérez demandará a dueño de la discoteca Jet Set por la muerte de su padre

cuando Ruby ya era una figura pública en

ascenso el merengue dominaba las radios

y él era parte de la revolución musical

del Caribe pero mientras todos

celebraban su éxito en casa la historia

era distinta

zulinka recuerda que de niña pasaban

semanas sin verlo vivía con su madre

quien trataba de mantener una rutina

estable Ruby giraba por América y Europa

Cancelan presentación de los hijos de Rubby Pérez en Puerto Rico por temas migratorios

las llamadas eran escasas los cumpleaños

solitarios y los te amo siempre llegaban

tarde o no llegaban aprendí a no

esperarlo aprendí a soplar las velas sin

él a no preguntarle a mi mamá por qué no

venía porque cada vez que lo hacía ella

lloraba pero el dolor no estaba solo en

la ausencia zulinka relató que cuando

Ruby estaba en casa su presencia era

fría

Hija de Rubby Pérez dice que “ama” a su media hermana: acusó a la mamá de la chica de hacer “daño”

le hablaba con distancia jamás la

abrazaba jamás la cargó en sus brazos yo

lo veía firmar autógrafos a desconocidos

reír con fans en la calle abrazar a

presentadoras en televisión y conmigo

apenas cruzaba palabras yo era su hija

pero nunca me sentí como tal lo más

desgarrador fue cuando Zulinka a los 9

años descubrió que su padre tenía otra

familia vi una foto en una revista donde

él aparecía con otra mujer y un niño

sonreían como si fueran la familia

perfecta y yo ni siquiera salía en las

notas en ese momento algo se rompió

dentro de ella no era solo la hija del

Hija de Rubby Pérez demandará a la discoteca Jet Set

famoso era la hija escondida la que no

aparecía en entrevistas la que no era

mencionada en discursos la que no

figuraba en sus letras ni en sus

agradecimientos

y no fue por falta de amor de parte de

ella de pequeña Zulinka trató de

acercarse le escribía cartas le dejaba

dibujos le pedía que le enseñara a

cantar pero nunca hubo respuesta la

primera vez que me subí a un escenario

fue en una actuación escolar esperaba

que él viniera no vino mi madre me

abrazó y me dijo “Tú no necesitas ser

vista por el mundo hija con que yo te

vea basta.” Pero no bastaba zulinka

creció con una mezcla de orgullo público

y dolor privado mientras los amigos del

colegio la envidiaban por ser la hija de

Ruby Pérez ella se moría por dentro

porque sabían su nombre pero no conocían

su historia me tocó vivir con esa

dualidad admirar al artista pero dolerme

con el padre y fue así entre escenarios

ajenos y habitaciones frías que Zulinka

fue construyendo su verdad la verdad que

todos ignoraban o no querían ver un

padre brillante para el mundo un hombre

ausente en casa un ídolo que jamás

aprendió a ser papá zulinca asegura que

no lo odia yo no le guardo rencor solo

estoy diciendo lo que viví porque por

mucho tiempo creí que era yo la

equivocada que no merecía su amor pero

hoy entiendo que él simplemente no sabía

darlo el impacto de sus declaraciones

fue inmediato medios de comunicación

fans y artistas del merengue

reaccionaron con sorpresa con apoyo y

también con crítica algunos la acusaron

de hablar mal de un muerto otros la

aplaudieron por tener el valor de hablar

pero Zulinka fue clara no lo hago para

destruir su legado lo hago para sanar el

mío porque fui niña fui hija y nadie me

vio el silencio puede ser pacífico pero

cuando se vive en la casa de un famoso

el silencio se vuelve sospechoso

y eso fue lo que comenzó a sentir

Zulinka Pérez cuando tenía apenas 13

años

en este segundo capítulo de su

estremecedora confesión la hija de Ruby

Pérez nos lleva a un lugar que nunca

había sido expuesto la intimidad del

ídolo esa parte que el escenario nunca

mostró lo que vivía dentro de las

paredes de su hogar y lo que ella

escuchó desde la otra habitación cambió

para siempre la imagen de su padre yo

tenía miedo de las noches cuando él

estaba en casa la casa no era hogar era

un hotel de lujo donde yo era huésped no

deseada zulinka recuerda claramente una

noche en particular el reloj marcaba

cerca de las 11 de la noche ella no

podía dormir ruby había regresado esa

tarde de una gira con una energía tensa

molesto por no encontrar sus cosas donde

las había dejado la madre de Zulinka se

notaba incómoda la cena fue fría tanto

en temperatura como en ambiente no hubo

como estás ni te extrañé solo

instrucciones órdenes un silencio

cortante algo me decía que esa noche iba

a ser diferente y lo fue desde su

habitación Zulinka escuchó la puerta de

la habitación de su padre cerrarse de

golpe luego risas risas femeninas no de

su madre se levantó con sigilo caminó

descalza hacia el pasillo se acercó al

cuarto la puerta estaba apenas entornada

dentro la televisión estaba encendida

pero el volumen era bajo y entonces lo

escuchó una conversación telefónica ruby

hablaba con una mujer su tono era dulce

seductor nada que se pareciera a como le

hablaba a su propia hija mi vida tú

sabes que esto es un compromiso obligado

estoy aquí pero pensando en ti mañana

salgo temprano y nos vemos donde siempre

zulinka se quedó paralizada el corazón

le golpeaba el pecho con fuerza no

entendía del todo pero sí comprendió que

su padre estaba hablando con otra mujer

una que no era su madre se sintió

traicionada confundida despertó a su

madre y la encontró llorando en silencio

en la cocina “Yo también lo oí” le dijo

su madre “pero no hay nada que podamos

hacer fue la primera vez que Zulinka

odiaba a su padre tenía 13 años y me

dolía en el alma ver a mi madre partirse

en pedazos para sostener una casa

mientras él vivía entre aplausos y

mentiras pero lo peor no fue solo lo que

escuchó lo peor vino con el tiempo con

los años zulinka cuenta que cada vez que

su padre regresaba de una gira su humor

era impredecible

a veces traía regalos sonreía prometía

llevarla a comer pero bastaba una

palabra mal dicha o un gesto sin

intención para que se volviera agresivo

frío cortante

no me gritaba pero me ignoraba con

crueldad me miraba como si yo fuera un

error un estorbo a veces ni siquiera me

llamaba por mi nombre con el tiempo

descubrió que Ruby tenía una vida

paralela fotos escondidas en el fondo de

un cajón regalos para otras mujeres

entradas de conciertos que no eran suyos

perfumes femeninos una vez encontré una

carta donde una mujer le decía que

estaba embarazada él la había roto en

pedazos pero la pegué con cinta y

entendí que no era la única hija que

tenía esa revelación fue devastadora

zulinka había sido criada como hija

única y ahora sabía que su padre tenía

más hijos o al menos más secretos

durante muchos años quiso enfrentarlo

quiso gritarle todo pedirle

explicaciones pero su madre siempre la

detenía me decía “Ando lo hagas te va a

doler más.” Y tenía razón cuando

finalmente lo enfrentó ya era una

adolescente le preguntó directamente

“¿Tienes otra familia ruby no contestó

solo encendió un cigarro miró por la

ventana y dijo “Este mundo no es blanco

o negro hay cosas que tú aún no puedes

entender.” Eso fue todo una frase que la

marcó para siempre una frase que

confirmó que sí había otras mujeres

otros hijos y tal vez otra versión de su

padre que ella jamás conocería del todo

después de eso nunca volví a hablarle

como hija solo como una extraña como

alguien que ya había dejado de buscar

respuestas zulinka creció cargando ese

dolor mientras el país lo ovacionaba

ella vivía con el peso del silencio del

engaño de la decepción

no me importa si la gente me odia por

contar esto solo quiero que el mundo

entienda que detrás del artista también

había un hombre uno que lastimó uno que

me rompió este vídeo no intenta destruir

el legado musical de Ruby Pérez pero si

arroja luz sobre el precio que algunas

familias pagan cuando un ser querido

vive para el mundo y se olvida de los

suyos

después de haber escuchado

conversaciones que la marcaron después

de haber descubierto pruebas de engaños

y secretos Zulinka Pérez no quería

seguir callando tenía apenas 15 años

cuando decidió que ya no podía vivir

bajo la sombra del silencio y aunque su

voz temblaba su verdad era firme quería

contar lo que vivía en casa pero

entonces ocurrió algo que jamás imaginó

la obligaron a callar una tarde lo

enfrenté le dije que hablaría con la

prensa que estaba cansada de vivir en la

mentira él me miró con una calma

aterradora y dijo “Tú sabes lo que eso

le haría a mi carrera ese fue el inicio

de lo que ella llama el pacto forzado

no fue un acuerdo no fue un compromiso

fue una orden una advertencia camuflada

entre amenazas veladas y falsas promesas

poco tiempo después Zulinka fue citada a

una reunión privada con dos abogados del

entorno de su padre junto con su madre

allí entre papeles miradas frías y un

ambiente que apretaba el pecho le

dejaron algo muy claro tu papá es una

figura pública si tú hablas puedes

arruinar no solo su carrera sino también

la tuya la gente no te va a creer van a

decir que buscas fama y vas a cargar con

eso para siempre le ofrecieron un trato

silencioso mantener su vida asegurada

económicamente estudios viajes a cambio

de no hablar jamás en público sobre su

relación con Ruby Pérez era como un

soborno disfrazado de protección como si

me dijeran “Quedate callada y te daremos

lo suficiente para vivir bien pero sin

amor.” Sin verdad Zulin afirmó no por

ambición sino por miedo era una

adolescente rodeada de adultos poderosos

del mundo del espectáculo de contratos y

cláusulas que ni siquiera entendía me

sentí como una marioneta como si mi voz

no valiera como si la única parte de mí

que les importaba era mi silencio los

años pasaron y Zulinka siguió cumpliendo

su parte del trato aparecía

ocasionalmente en eventos familiares

pero siempre al margen en las

premiaciones saludaba desde lejos

entrevistas su nombre no era mencionado

era como un secreto a plena vista la

adolescencia en lugar de ser una etapa

de descubrimiento y crecimiento fue para

ella una prisión emocional mientras sus

compañeros soñaban con su futuro ella

cargaba con la presión de proteger una

imagen pública que no sentía suya tenía

que ver como la gente lo adoraba como

lloraban por él en los conciertos

mientras yo lloraba en mi cuarto por no

tener un papá guardó todo en diarios

escribía cada noche palabras de rabia

tristeza frustración era mi único

refugio las páginas sabían más de mí que

mi propio padre y aunque intentó seguir

adelante esos años de silencio le

dejaron cicatrices invisibles aprendió a

desconfiar a sonreír aunque estuviera

rota a evitar cualquier pregunta

relacionada con su apellido hasta que un

día se dijo “Ya no más el pacto fue

injusto yo era menor de edad no entendía

el precio hoy soy adulta y hoy decido

hablar romper el silencio fue su forma

de sanar de cerrar esa etapa oscura de

contar su verdad no para destruir sino

para reivindicar su identidad porque

Zulinka Pérez no solo es hija de un

ídolo es una mujer que sobrevivió al

abandono emocional al chantaje del

silencio y al peso de una fama que nunca

8 de abril de 2025 el reloj marcaba las

10:1 de la noche cuando el país entero

se estremeció con una noticia inesperada

ruby Pérez icono del merengue había

muerto en un trágico derrumbe dentro del

yet club de Santo Domingo la noticia se

esparció como pólvora las emisoras

interrumpieron su programación las redes

sociales colapsaron con homenajes miles

de fans lloraban otros simplemente no lo

creían pero en una pequeña sala de

Houston sentada frente a la televisión

con las manos heladas estaba ella

Zulinka Pérez su hija mirando la noticia

en silencio sin saber si llorar gritar o

quedarse muda no lo podía creer pero al

mismo tiempo no sabía cómo sentirme era

mi padre pero no lo conocía lo había

perdido mucho antes de ese día años de

distanciamiento heridas silencios

forzados y emociones reprimidas se

comprimieron en ese instante zulinka

sintió que le arrancaban algo pero no

supo qué era su padre su infancia la

oportunidad de una reconciliación

o solo el derecho a un cierre que nunca

llegó mi reacción fue quedarme quieta no

lloré no me desmayé no grité solo me

quedé mirando la pantalla como si

esperara que alguien dijera que era un

error pero no lo fue las horas

siguientes fueron caóticas llamadas de

familiares periodistas medios de

comunicación que querían saber si la

hija no reconocida hablaría pero Zulinka

guardó silencio no por miedo sino porque

en ese momento su alma estaba paralizada

a la mañana siguiente llegó la

invitación al funeral una invitación

fría escrita por terceros no hubo una

llamada directa de la familia oficial

solo un mensaje con la dirección la hora

y una nota final por respeto a los

medios se ruega discreción leí ese

mensaje y lo borré ¿cómo me pedían

discreción si a mí me habían hecho

invisible toda mi vida no fui al funeral

no me sentía parte de esa despedida esa

no era mi ceremonia ese no era mi luto

en lugar de eso Zulinka encendió una

vela blanca se encerró en su habitación

y comenzó a leer una de las cartas que

le escribió a su padre cuando era

adolescente

una carta que nunca se atrevió a

entregar en ella le decía todo lo que

dolía lo que deseaba lo que jamás

entendió la leí en voz alta y por

primera vez lloré lloré por mí por lo

que no fue por lo que nunca será fue en

ese momento cuando algo cambió zulinka

entre lágrimas decidió perdonar no

porque su padre se lo hubiera pedido no

porque el mundo lo exigiera sino porque

seguir cargando ese dolor estaba

consumiendo lo perdoné no por él por mí

porque merezco paz porque merezco

avanzar sin esa sombra sobre mi espalda

pero aunque lo perdonó nunca lo entendió

nunca pudo comprender como un hombre tan

querido por el mundo podía haber sido

tan frío en su propio hogar como alguien

que hablaba con dulzura en entrevistas

podía ser tan distante con su hija como

alguien que compuso canciones de amor no

pudo amar de cerca a su propia sangre

tal vez nunca fue capaz tal vez el

escenario era su única zona segura o tal

vez no sabía ser padre en los días

siguientes al funeral la televisión pasó

especiales homenajes recopilaciones

zulinka los vio todos a veces sonreía al

ver a su padre cantar a veces cambiaba

el canal pero hubo una noche en la que

dejaron una entrevista antigua del año

1995

en la que Ruby dijo “Mi familia es mi

motor aunque no siempre se vea hay cosas

que uno no sabe expresar pero que siente

con el alma.” Zulinka repitió esa frase

una y otra vez lo decía por ella ¿era su

forma torpe de justificar el silencio o

simplemente era parte del guion público

jamás sabré si pensaba en mí cuando

decía eso pero quiero creer que sí

quiero creer que algo dentro de él me

amaba a su manera desde ese día Zulinka

ha decidido no cargar más con el

resentimiento

ya no necesita respuestas no necesita

explicaciones no busca justicia

emocional solo desea vivir libre sanar y

hablar para que otras hijas otros hijos

no se sientan solos en el dolor mi padre

se fue sin decirme todo lo que yo quería

oír pero yo estoy aquí yo puedo decirlo

ahora yo puedo gritar mi historia y en

ese grito encontró libertad zulinka

Pérez esperó 41 años para hablar guardó

su historia su dolor sus preguntas sin

respuesta y también una carta una carta

que fue escrita por ella cuando tenía

apenas 17 años y que durante décadas

nadie más leyó excepto su almohada y el

silencio de las madrugadas

pero después de la muerte de Ruby Pérez

algo dentro de ella cambió ya no tenía

miedo ya no sentía culpa por hablar lo

amé a mi manera pero lo sufrí mucho más

y fue entonces cuando decidió mostrar la

carta la misma que escribió la noche que

su madre le confesó que Ruby nunca quiso

reconocerla oficialmente por miedo a

afectar su imagen pública zulinka se

encerró en el baño y escribió con tinta

roja no entiendo por qué me escondes no

entiendo por qué soy tu secreto yo no te

pedí ser hija tuya tú me trajiste ¿y

ahora qué tengo que callar para siempre

mientras tú brillas y yo me apago esas

palabras quedaron guardadas durante

décadas hasta ahora Zulinka decidió leer

esa carta en público en una pequeña

rueda de prensa privada

su voz temblaba lloró pero no se detuvo

durante años me pregunté si yo no era

suficiente si nací con algún defecto que

te hizo alejarte pero hoy entiendo que

el defecto no era mío era tuyo ese día

la sala quedó en silencio algunos

lloraban otros no sabían cómo reaccionar

la verdad ya estaba afuera una verdad

que no busca destruir el legado de Ruby

sino mostrar al hombre detrás del

artista zulinka terminó su lectura con

una frase que estremeció a todos yo no

pedí este apellido pero hoy lo llevo con

la frente en alto no por lo que tú

hiciste sino por lo que yo sobreviví

después de eso guardó la carta se puso

de pie y salió de la sala sin mirar

atrás dicen que mientras bajaba las

escaleras alguien le preguntó si ahora

se sentía libre ella solo respondió “No

libre completa.” Y así después de 41

años de silencio una hija olvidada alzó

la voz y nos mostró el otro lado del

ídolo la leyenda de Ruby Pérez quedará

para siempre pero ahora el mundo también

conoce la historia de quien vivió su

ausencia

esto fue secretos de historia donde

revelamos lo que muchos prefieren callar

suscríbete si esta historia te tocó el

alma dale like si alguna vez sentiste

que tu voz no era escuchada y comparte

este vídeo para que más personas

conozcan la verdad que vivió Zulinka

Pérez nos vemos en el próximo capítulo

donde la historia no se cuenta a medias