Sabemos que don Felipe y doña Letizia han viajado hasta Grecia pero, ¿qué pasa con Leonor y Sofía?

Tras poner fin a sus vacaciones en Palma de Mallorca el miércoles 6 de agosto, donde participaron en la tradicional recepción de verano y visitaron la exposición *Paysage Miró*, la Familia Real española comenzó su esperada escapada privada a Grecia.

Don Felipe y doña Letizia eligieron, por segundo año consecutivo, la isla de Spetses para desconectar del foco mediático, disfrutando de una villa exclusiva con piscina, pista de tenis y puerto privado, propiedad de los reyes de Holanda, Máxima y Guillermo, quienes mantienen una relación cercana y afectuosa con la pareja española.

Sin embargo, la atención mediática se centró en la incógnita sobre el paradero de sus hijas, la princesa Leonor de 19 años y la infanta Sofía de 18, cuya presencia en Grecia aún no ha sido confirmada oficialmente.

Diversos indicios apuntan a que las jóvenes habrían organizado sus propios planes o, al menos, que su estancia en Grecia se mantiene en la máxima discreción.

Se sabe que el inmueble cuenta con una mansión principal y una casa anexa, donde podría encontrarse la familia, y que ofrece un entorno privado, ideal para resguardar la intimidad de las herederas, evitando la exposición internacional que otros príncipes han vivido en citas oficiales.

Según fuentes cercanas a la familia, Leonor y Sofía habrían aprovechado esta privacidad para disfrutar de actividades recreativas dentro de la villa, manteniendo un contacto cercano con los Reyes de España y posiblemente con los miembros de la familia real holandesa, reforzando así la relación de amistad y afecto entre ambas familias.

En cuanto a sus planes inmediatos, la princesa Leonor se prepara para reincorporarse a su formación militar en la Escuela del Aire de San Javier, Murcia, donde comenzará su tercer año de estudios en el Ejército del Aire el próximo 1 de septiembre.

La infanta Sofía, por su parte, dará inicio a su etapa universitaria en el Forward College de Lisboa, cursando Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, con el objetivo de desarrollar su carrera institucional dentro de la Casa Real.

La coincidencia de ambos compromisos académicos y militares a más de 900 kilómetros de distancia añade un matiz de misterio sobre cómo habrían organizado sus vacaciones previas, reforzando la especulación sobre la existencia de planes alternativos y encuentros privados que no han trascendido.

A pesar de la discreción, la prensa internacional especula que la estancia en Grecia habría permitido a Leonor y Sofía estrechar lazos con las hijas de Máxima y Guillermo de Holanda, en un contexto en el que sus experiencias previas, como la coincidencia de la princesa Alexia con Leonor en el UWC Atlantic College, habrían sentado las bases de una relación cercana pero cuidadosamente preservada del ojo público.

Esta dinámica contrasta con la visibilidad de otros herederos europeos y refuerza la idea de que las jóvenes están cultivando un verano real alejado de la exposición mediática, centrado en la privacidad y la experiencia personal.

El verano de 2025 marca un punto de inflexión en la vida de ambas princesas: mientras los Reyes disfrutan de su retiro exclusivo en Spetses,

Leonor y Sofía parecen haber equilibrado su deseo de privacidad con la necesidad de mantener la tradición familiar y su preparación institucional, consolidando un verano lleno de actividades selectas y momentos íntimos que, por el momento, el público solo puede intuir a través de rumores y observaciones indirectas.

La atención sobre sus movimientos refleja la expectativa y el interés que generan los pasos de las herederas de España, quienes continúan forjando su camino en el marco de la Casa Real,

entre vacaciones discretas, estudios y compromisos militares, preparando así su entrada en un nuevo curso lleno de responsabilidades y visibilidad pública controlada.

El misterio sobre la presencia exacta de Leonor y Sofía en Grecia, junto con la interacción con las familias reales europeas, ha provocado especulación sobre posibles encuentros secretos, actividades privadas y estrategias de formación personal lejos de los focos.

Esta combinación de privacidad, lujo y tradición refuerza la idea de un verano real cuidadosamente planeado, donde la intimidad y el desarrollo personal de las princesas se convierten en protagonistas de un relato que todavía mantiene muchas incógnitas,

mientras la Casa Real asegura la continuidad de sus compromisos y tradiciones sin sacrificar la discreción que caracteriza sus vacaciones.

En resumen, las vacaciones de 2025 muestran a don Felipe y doña Letizia disfrutando de Spetses en un entorno exclusivo, mientras Leonor y Sofía mantienen su presencia en Grecia envuelta en misterio,

equilibrando su privacidad con compromisos académicos y militares que definirán su futuro dentro de la Casa Real.

Entre rumores de encuentros con las hijas de la familia holandesa, planes personales y un verano rodeado de lujo y discreción,

la incógnita sobre las actividades exactas de las princesas continúa despertando interés, generando preguntas sobre cómo las jóvenes están moldeando su verano y preparándose para un septiembre cargado de responsabilidades, formación y vida institucional.