Sofía Suescun, en pleno conflicto familiar por las palabras de su hermano Cristian Suescun a su novio Kiko Jiménez, ha dado el paso al frente de pronunciar unas palabras sobre cómo está ella en estos momentos

Sofía Suescun ha decidido pronunciarse por primera vez tras el último capítulo de tensión familiar que protagonizó su hermano, Cristian Suescun, al criticar duramente a su pareja, el colaborador de televisión Kiko Jiménez.

Alejada de los platós pero consciente del revuelo mediático, la influencer compartió un mensaje en sus historias de Instagram el 6 de agosto de 2025, que muchos han interpretado como su postura definitiva.

Aunque no nombró ni a su hermano ni a su novio, sus palabras dejaron entrever su sentir: “Chicos, muchas gracias por los mensajes tan bonitos y llenos de cariño que me estáis enviando estos días y, sobre todo, por esa comprensión que siento por vuestra parte”.

Un mensaje cargado de agradecimiento y serenidad, impulsado por el apoyo de sus seguidores en un momento que ha calificado de difícil.

La reacción más esperada tras las acusaciones de Cristian llegó cuando Sofía reveló su intención más inmediata: “Ahora lo que quiero es irme de vacaciones… reconectar y volver con las pilas cargadas”.

Al escribir en plural, “ya os contaré dónde vamos”, dejó claro que este viaje lo hará junto a Kiko Jiménez, dando cuenta de su compromiso con su pareja pese a la guerra familiar desatada.

En paralelo, las redes sociales estallaron con reacciones al ver el mensaje que la exconcursante de *Supervivientes* compartió. Para muchos, su estilo mesurado fue un refugio frente a los escándalos.

En sus palabras no hubo reproches, pero sí una decisión clara: no alimentar el conflicto públicamente. Su imagen pública ha sido siempre paciente, conciliadora y enfocada en su carrera.

Mientras tanto, los testimonios de las madres de ambos bandos han puesto más leña al fuego mediático. Por un lado, Carmina, madre de Kiko Jiménez, se presentó en el programa *TardeAR* para defender a su hijo y contraatacar a Cristian.

“Cristian quiere dinero fácil, los ha vendido muy bien. Es muy fuerte lo que ha dicho. Se agarra a lo que puede hacer daño”, declaró sin pestañear, dejando entrever que considera que las críticas buscan fama o beneficio económico.

Aseguró: “Yo vivo de mi trabajo, no vivo de vender a mi hijo ni familia. Eso es asqueroso”.

Por otro lado, Maite Galdeano, madre de Sofía y protagonista de enfrentamientos anteriores con ella, no se quedó atrás.

Respondió con dureza a Carmina: “¿Cómo no se le cae la cara de vergüenza, por favor? Como madre, solo puedo decirles a Sofía y a su hijo –que se lleva fatal con él– ¡que Dios la ampare y que sea feliz!”.

Estas declaraciones se emitieron justo un año después de que Maite se marchara de la casa de su hija, lo que indica que aún no hay reconciliación a la vista.

La situación, en pleno verano de 2025, tiene múltiples capas: tensiones familiares históricas, la exposición pública de relaciones íntimas, acusaciones de manipulación y enajenación emocional.

Cristian acusó abiertamente a Kiko de influir negativamente sobre Sofía y aprovecharse de ella, lo que provocó la expectativa del posicionamiento de la influencer.

Su respuesta sobria pero elocuente dejó claro que no planea alimentar el conflicto, pero sí reafirma su intención de seguir su propio camino junto a quien ama.

Reconstruir su relato desde la calma, agradeciendo sin enfrentarse, ha sido una estrategia acertada de Sofía. Al hablar de descanso, reconexión personal y viajes, proyecta una imagen de fuerza que contrasta con la agresividad del discurso familiar.

No hay reproche explícito hacia Cristian, sino gratitud hacia los seguidores y un claro deseo de centrarse en su bienestar emocional.

El escenario se completa con un cuarto actor: el público. En redes, fans de ambas partes han debatido la posición de Sofía, su silencio activo, el papel de sus madres y la relevancia de Kiko en su vida.

Mientras algunos defienden su derecho a mantener su privacidad, otros consideran que debería pronunciarse más directamente.

En resumen, en medio de acusaciones, defensas y guerra de declaraciones, Sofía Suescun ha emitido un mensaje que trasciende el ruido. Con serenidad, agradecimiento y una decisión clara de avanzar: vacaciones en pareja con Kiko.

Su elección de no entablar público debate refleja una postura firme en favor de su bienestar emocional, su relación y un futuro del que ella decide ser protagonista.