Rafa y José Luis protagonizaron una cita de lo más distante e incómoda, donde apenas hablaron y ni se preguntaron sobre sus vidas.

El equipo de First Dates no siempre da en la tecla. Ha sido el caso de Rafa y José Luis, que acudieron al restaurante del amor de Carlos Sobera con la ilusión de encontrar a su media naranja, pero se fueron tal y como llegaron.

Rafa y José Luis no se gustaron nada. Fue algo mutuo y nada más saludarse en la barra de Matías Roure.

Uno de ellos lo confesó primero a los redactores: “No me gusta su cara”, entre otros muchos defectos que le sacó en el acto.

El otro soltero, por ende, dijo casi lo mismo y auguró la incomodidad de cita que estaban a punto de pasar.

Prácticamente, no hablaron en los primeros momentos de intimidad en la mesa. Salvo alguna que otra pregunta sobre el trabajo o las aficiones habituales para romper el hielo, los dos señores se limitaron a probar el “riquísimo” menú del espacio de Cuatro y a contar los minutos para que los llevasen a la ceremonia de la decisión final.

Ahí fue cuando se vivió un verdadero momento de tensión, motivado por la tajante respuesta de uno de ellos.

El primero en rechazar fue José Luis: “Una segunda cita como pareja, la verdad es que no. No ha habido la chispa que yo necesito. Sinceramente, no me has atraído”. Rafa, por su parte, se lo dijo con mucho menos tacto.

“Pues no. Me has caído muy bien, pero he notado yo, que no. En cuanto he entrado, lo sabía, que no, al igual que tú también te has llevado una decepción”, confirmó también el otro soltero. “Exacto, físicamente no me has atraído”, contestó José Luis, mientras notó un gesto extraño en su acompañante.

“Lo que parece es que no quiere ni despedirse y a mí me da igual…”, interrumpió, haciendo saltar a la redactora del programa, sugiriéndoles que “eso es cosa vuestra”.

Rafa niega la mayor y se excusa con una reacción de nerviosismo, buscando la salida por no haber llegado a un acuerdo durante la cita. Tras este malentendido, se despidieron finalmente con dos besos.