Los nominados en Supervivientes 2025 —Manuel, Makoke, Koldo y Joshua— se enfrentan a una votación decisiva que podría cambiar el rumbo del concurso, mientras sus seguidores luchan por mantenerlos en la isla.

La tensión en Supervivientes 2025 alcanza un nuevo nivel con una nominación que ha dividido por completo a la audiencia y sacado lo mejor y lo peor de cada concursante.

Esta semana, los nominados que se juegan la permanencia en la isla son Manuel Cortés, Makoke, Koldo y Joshua, cuatro personalidades completamente distintas que han protagonizado momentos clave de la edición.

La encuesta para salvar a uno de ellos está abierta y ya se percibe una lucha feroz entre fandoms que están volcados para mantener a su favorito una semana más.

Cada uno de los nominados representa un perfil muy diferente dentro del reality. Manuel Cortés, hijo de Raquel Bollo y miembro de una conocida familia del mundo del espectáculo, ha demostrado en la isla una evolución personal notable.

A pesar de sus altibajos y de algunos enfrentamientos con otros concursantes, se ha mostrado cercano, sensible y comprometido con las pruebas físicas.

Su historia personal, marcada por un entorno familiar complejo y una infancia bajo los focos, ha generado simpatía entre los espectadores, especialmente aquellos que valoran la autenticidad por encima de la estrategia.

Makoke, por su parte, es una de las concursantes más veteranas en términos de experiencia televisiva.

Con un pasado ligado al mundo del corazón y una larga trayectoria como colaboradora de programas de entretenimiento, su paso por Supervivientes ha estado lleno de luces y sombras.

Ha tenido encontronazos con varios compañeros, pero también momentos de vulnerabilidad que han humanizado su imagen pública. Su edad, fortaleza física y resistencia emocional han sorprendido incluso a los que no esperaban mucho de su concurso.

Koldo, menos mediático pero muy querido por el público desde su aparición en otros formatos, ha ido construyendo poco a poco una base sólida de seguidores.

Con un carácter tranquilo, pacificador y algo introvertido, ha sabido ganarse el respeto de sus compañeros gracias a su trabajo constante y su actitud conciliadora.

Sin grandes escándalos pero con un comportamiento ejemplar, representa ese perfil de superviviente que no hace ruido, pero siempre está presente y aporta al grupo.

El cuarto nominado, Joshua, es sin duda uno de los personajes más comentados de esta edición. Su estilo directo, su físico imponente y su carisma explosivo lo han convertido en uno de los favoritos para llegar a la final.

Sin embargo, también ha protagonizado algunas de las discusiones más acaloradas de esta temporada, lo que le ha generado tanto seguidores acérrimos como detractores declarados.

Joshua no deja indiferente a nadie, y ese es precisamente el arma de doble filo que podría jugarle una mala pasada en una votación tan ajustada.

La encuesta que se ha lanzado para medir el pulso de la audiencia deja claro que no hay nada decidido. Los porcentajes se mueven con rapidez y cualquier movimiento en redes sociales puede cambiar radicalmente el rumbo del resultado.

Los fans de cada concursante han activado campañas en Twitter, TikTok e Instagram con hashtags personalizados, mensajes de apoyo y recopilatorios de momentos clave para movilizar votos y reforzar la presencia de su favorito.

La batalla es especialmente feroz entre los seguidores de Joshua y Manuel, quienes parecen liderar la preferencia del público por ahora, aunque con una diferencia mínima.

En los foros de televisión y en los debates de los programas satélite del reality se respira expectación. Muchos analistas de realities apuntan a que esta gala puede marcar un antes y un después en la edición.

La salida de cualquiera de estos cuatro podría alterar por completo la estrategia de los grupos dentro de la isla, y afectar directamente a las alianzas formadas hasta el momento. Si por ejemplo saliera Koldo, los que lo veían como un referente de equilibrio podrían desestabilizarse emocionalmente.

Si fuera Makoke, se iría una figura que ha generado gran parte de la tensión dramática en las últimas semanas. La marcha de Joshua o Manuel, ambos con perfiles muy potentes, supondría un verdadero terremoto narrativo.

La producción del programa es consciente del interés que está generando esta nominación múltiple, por lo que todo apunta a que la gala de expulsión será uno de los grandes eventos televisivos del mes.

Jorge Javier Vázquez, maestro de ceremonias habitual, ya ha anticipado que habrá sorpresas y un enfrentamiento cara a cara entre los nominados, lo que añade más leña al fuego de una convivencia que cada día se vuelve más intensa.

Detrás de cada voto hay emociones, historias personales, simpatías y rechazos que no siempre responden a la lógica. Por eso, resulta tan impredecible saber quién será finalmente salvado.

Lo único cierto es que el juego se está endureciendo, que los días pasan y que cada semana se torna más decisiva. El premio final está más cerca que nunca, y solo los más fuertes —ya sea física, emocional o mediáticamente— lograrán llegar hasta el último momento.

Con cuatro perfiles tan distintos en juego, esta semana se define algo más que una simple expulsión: se define la narrativa futura del concurso.

La audiencia tiene en sus manos decidir qué tipo de superviviente quiere seguir viendo en pantalla. La cuenta atrás ha comenzado y todo puede pasar.