132 extrabajadores de RTVE denuncian la falta de calidad y la frivolidad en programas como “La Familia de la Tele”, exigiendo un cambio radical para recuperar la credibilidad y el compromiso de la televisión pública española.

 

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En un giro sorprendente de los acontecimientos, 132 extrabajadores de RTVE han decidido alzar la voz en un contundente manifiesto que critica abiertamente el programa de las tardes “La Familia de la Tele”, conducido por María Patiño, Inés Hernand y Aitor Albizua.

Este movimiento ha captado la atención de la audiencia y ha generado un debate encendido sobre la calidad y el propósito de la televisión pública en España.

Los ex-empleados, en su comunicado, expresan su apoyo al Consejo de Informativos de TVE, que ha manifestado su preocupación por el impacto negativo que programas de este tipo pueden tener en la imagen de la televisión pública.

Según el texto difundido en las redes sociales, los firmantes consideran que “La Familia de la Tele” no cumple con los estándares mínimos de calidad y principios que se esperan de un medio de comunicación que debe servir al interés público.

La crítica se centra en el tono y los contenidos del programa, así como en la participación de ciertos colaboradores que, según ellos, no representan los valores que RTVE debería promover.

 

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El Consejo de Informativos ya había hecho eco de estas inquietudes la semana pasada, cuando cuestionaron al presidente de RTVE, José Pablo López, por permitir que el programa de la reportera Marta Riesco cubriera un evento tan relevante como el cónclave en el Vaticano.

Este tipo de decisiones han llevado a muchos a afirmar que RTVE está atravesando uno de los peores momentos de su historia, un sentimiento que resuena especialmente entre los veteranos de la cadena.

Figuras históricas de RTVE, como Sylvia Fernández de Bobadilla, Carmen Enríquez y Georgina Cisquella, se encuentran entre los firmantes del manifiesto, lo que añade peso a sus palabras.

La indignación también ha sido expresada por otros profesionales en activo, como Almudena Ariza y Anna Bosch, quienes han compartido el comunicado en sus propias plataformas, amplificando así el mensaje.

La crítica no se detiene ahí. Miguel Ángel Idígoras, excorresponsal de RTVE, ha calificado la situación actual como una “vergüenza”, señalando que nunca antes se había visto un deterioro tan evidente en la calidad de la programación de la televisión pública.

 

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Idígoras ha arremetido contra José Pablo López, afirmando que “ninguna dirección previa se había atrevido a lo que esta está haciendo”, sugiriendo que la frivolidad que impera en programas como “La Familia de la Tele” está afectando a la credibilidad de los informativos y, por ende, a la misión de RTVE como servicio público.

El manifiesto ha suscitado un amplio debate en las redes sociales, donde muchos usuarios apoyan la iniciativa de los extrabajadores, argumentando que la televisión pública debería ser un bastión de calidad y responsabilidad.

Sin embargo, otros defienden la libertad de expresión y el derecho a la diversidad de contenidos en la programación.

La situación en RTVE también refleja un cambio más amplio en el panorama mediático español, donde la lucha por la calidad y la ética en el periodismo se ha vuelto cada vez más urgente.

En un contexto donde la desinformación y el sensacionalismo están a la orden del día, la voz de aquellos que han dedicado su carrera a la televisión pública se vuelve más relevante que nunca.

 

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Este manifiesto no solo es un llamado a la reflexión sobre el estado actual de RTVE, sino también una invitación a todos los ciudadanos a cuestionar qué tipo de contenidos desean ver en su televisión pública.

La pregunta que queda en el aire es: ¿está la audiencia dispuesta a exigir más de sus medios de comunicación, o seguirá aceptando la frivolidad como norma?

A medida que la controversia se desarrolla, es probable que veamos más reacciones tanto dentro como fuera de RTVE.

La presión sobre la dirección de la corporación aumentará, y será interesante observar cómo responden a las críticas y si implementarán cambios significativos en su programación.

La batalla por la calidad en RTVE ha comenzado, y con el apoyo de 132 extrabajadores, la demanda por un cambio radical en la televisión pública española se hace más fuerte.

La pregunta es si este movimiento logrará el impacto deseado o si, por el contrario, quedará como una anécdota en la historia de la televisión en España.